Hay veces que por mucho que se quiera evitar que suceda algo al final termina pasando. El Unión Financiera perdió ayer en Pumarín su primer partido esta temporada como local. La derrota le cuesta la primera plaza. Los ovetenses son ahora terceros, empatados a trece victorias con Burgos y Guipúzcoa. La clasificación, por otro lado, es ahora mismo, en el inicio de la segunda vuelta, lo de menos.

Fue una derrota que parece sencilla de explicar: la euforia tras clasificarse para la Copa Princesa -se jugará en Pumarín ante el Burgos el viernes 27 de este mes-, cierta relajación después de encadenar diez victorias en las once últimas jornadas o un exceso de confianza. De todo puede haber un poco, pero lo cierto es que, salvo un inicio algo dubitativo, no se vio a un equipo apático ni entregado. Los jugadores lucharon hasta el último instante por defender el fortín en que han convertido a Pumarín. Y tras el encuentro se les notaba la poca gracia que les había hecho dejar de estar invictos en casa.

Pero es que en todo deporte hay un rival que también quiere hacer las cosas bien. Por eso tiene tanto mérito lo que viene consiguiendo el Unión Financiera a lo largo de la temporada. Ayer el Ourense hizo un partido inteligente, serio, en el que demostró tener bien estudiado a su rival y en el que encima sus mejores jugadores tuvieron una gran noche. Dmitry Flis, un ala-pívot que ha jugado 152 partidos en la ACB, tuvo el mejor día la temporada y fue imparable en la recta final del encuentro, cuando el Unión Financiera peleaba por decantar la balanza a su favor.

Otro que tuvo una gran noche fue el técnico visitante Gonzalo García de Vitoria. Reaccionó rápido cada vez que el Unión Financiera amagaba con irse en el marcador y tuvo la inteligencia de poner ayudas en la defensa a un Dani Pérez que en el tercer cuarto se vio completamente maniatado. Y se notó que el Unión Financiera sufre mucho cuando su base titular no puede jugar con comodidad.

Fue un encuentro en el que ningún equipo logró rentas importantes. Eso sí, Ourense cogió la iniciativa en el primer cuarto (13-19) y llegó a poner una renta de siete puntos (15-22) con un triple de Flis en el inicio del segundo parcial. Reaccionaron los locales, comandados por el de siempre, Dani Pérez, y les endosaron un parcial de 12-0 que les colocaba cinco arriba (27-22) a 5.40 del descanso. Paró el arreón el conjunto gallego y se fue por delante al descanso (31-34).

El tercer cuarto fue de alternativas continuas en el marcador, de rentas de dos y tres puntos. Sólo al final un triple de Mitrovic decantó un poco el partido del lado del Ourense (45-50).

El último cuarto fue una lucha del Unión Financiera por evitar que el Ourense se le fuera en el marcador. Una batalla que parecían haber ganado cuando una canasta de Löfberg les acercó a tres (62-65) a falta de dos minutos para el final. Respondió Kapelan con un triple y aún así el Oviedo Baloncesto siguió remando y un triple de Lófberg volvió a acercarles a dos (70-72) a 25 segundos del final. Wright metió un tiro libre, falló el otro y Manu Rodríguez tuvo el triple del empate. La moneda esta vez salió cruz.