Avilés, Albina FERNÁNDEZ
El Avilés afronta el nuevo año en lo más alto de la tabla y con el reto de no dejarse sorprender por el mes de enero, uno de los peores en resultados de la pasada temporada. Y es que en 2016, los blanquiazules sólo pudieron sumar tras las vacaciones 8 de los 15 puntos en juego al ganar al Mosconia (1-3) y Oviedo B (1-0), empatar con Tuilla (1-1) y Covadonga (1-1) en el Suárez Puerta, y perder con el Siero (1-0).
Un pobre botín comparado con el pleno de 15 puntos que logró el Langreo (que acabó segundo con un punto más que los avilesinos), y con los 13 puntos sumados ese mes por el líder Caudal. Una diferencia que al final se vio reflejada en la clasificación y que privó a los avilesinos de pelear por el título porque ni langreanos ni mierenses pincharon en los meses decisivos. El calendario de este año pone en juego doce valiosos puntos en cuatro partidos y el Avilés tiene el peligro de enfrentarse con equipos que están peleando por salir de la zona baja y que echan el resto ante los mejores en busca de unos puntos con los que en principio no cuentan pero que pueden ser decisivos para la salvación.
Los avilesinos tendrán que visitar sucesivamente al Lenense (décimo noveno y penúltimo con 13 puntos), que es el primer reto del año el próximo domingo (16.30 horas) en el Sotón; y al Praviano (décimo cuarto con 17 puntos); y recibirán al Llanera, situado en una cómoda décimo segunda posición con 24 puntos y que fue de menos a más en la primera vuelta, y al Tineo (décimo quinto con 15 puntos, dos por encima del descenso).
El técnico, Pablo Lago, prefiere centrarse en el partido de la semana, pero habla de un mes con encuentros complicados "como todos" y reconoce que la referencia del pasado año "no es buena", aunque señala que "por suerte las estadísticas no valen de mucho" y recuerda que el de este año es un equipo muy renovado. "Este un grupo nuevo, diferente, con otra dinámica y con otra sensación respecto al de la temporada pasada y estamos muy ilusionados con empezar muy bien el 2017".
El equipo sólo piensa en ganar el domingo al Lenense para abrir de la mejor forma posible un año que es vital para el futuro del club, y para borrar el mal sabor de boca que dejó el empate (1-1) que cedió en Santianes contra el Colunga en los últimos minutos del partido que cerró el pasado año.
