Como si los polvorones le hubieran sentado mal, el Lealtad regresó ayer a la competición con un soso empate ante el Boiro en Les Caleyes, un punto que pudo ser gracias a un gol de Omar en el descuento y una buena parada de Javi Porrón en la última jugada. El equipo de Villaviciosa se mostró irregular, sin ideas y con poco equilibrio, nada que ver con el solvente Lealtad de las últimas dos jornadas, donde cosechó sendos triunfos ante el Somozas y el Coruxo. El grupo maliayés empezó ganando y, al poco de quedarse con un hombre más, porque expulsaron al visitante Catú (minuto 67), se dejó remontar por un Boiro más ordenado y eficaz.

A pesar del sabor agridulce dejado ayer, los de Aguirre elevan a seis las jornadas consecutivas sin perder y acaban la primera jornada de la segunda vuelta en la zona tranquila de la clasificación.

El Lealtad, en realidad, salió bien a un partido que controló los primeros veinte minutos, cuando cedió el dominio a su rival. El primer aviso lo dio Muñiz con un disparo certero que Pato despejó a córner. El grupo gallego se acercó después y de un enredo entre Omar y Porrón pudo salir el 0-1, pero el meta local logró desviar la pelota a córner. A la media hora, los visitantes se habían adueñado del partido. Un remate de Beda al lateral de la red y una jugada individual de Romay que sacó Porrón fueron el epílogo a un primer acto competido e intenso, descafeinado para los locales por sus escasas ocasiones de gol.

A los dos minutos de la reanudación, sin embargo, el equipo de Villaviciosa cantó bingo. Una falta botada por Álex Blanco la controló en el área Alberto, que cedió atrás para que Robert disparara a la red. El 1-0 adormiló el encuentro, que entró en una fase aburrida y sin ocasiones hasta el último tercio, donde todo se aceleró.

Los locales, ya con uno más sobre el terreno de juego, pudieron sentenciar el choque por dos veces. Primero con un disparo de David Grande que se estrelló en un defensa y cuyo rechace, que recogió de nuevo Grande, se fue pegado al poste izquierdo. Y después, en el minuto 77, con un disparo de Álvaro Muñiz que se fue alto por muy poco. A partir de ahí, el Boiro quiso más. Los gallegos envidaron con un remate afortunado de Pillado que pegó en el larguero tras tocar en un defensa. Fue el preludio del empate, que llegó tras un mano a mano que Rivera definió bien ante Porrón. El partido se consumía en empate a un gol pero, a dos minutos del final, el Boiro anotó el segundo. Fue un contraataque que Rivera definió con acierto. Los tres puntos se escapaban de Les Caleyes hasta que, en el asedio final del Lealtad, con pelotazos arriba y juego directo, Omar empaló una volea a la red, un golazo que puso el empate definitivo porque, en la siguiente jugada, la última del partido, Porrón detuvo un disparo que se iba a gol de Romay. Un punto para el Lealtad, un mal menor que, no obstante, le permite seguir sumando con vistas a la permanencia.