Justa victoria del Lealtad y otro paso adelante en sus aspiraciones. El equipo asturiano fue mejor que la burgalesa Arandina y, aunque no pudo reflejar en el marcador su superioridad hasta el tramo final tuvo suficiente para ganar sin apuros ante un rival en caída libre. Valdo, que marcó al poco de entrar al campo con una preciosa vaselina, dejó el sello de su clase en su estreno goleador con el grupo de Villaviciosa, que ayer sumó su séptimo partido sin perder. Una racha que le permite abrir hueco con los puestos de descenso, que se alejan ahora a siete puntos, y transitar por la zona tranquila de la tabla.

Sorprendió la atrevida puesta en escena del Lealtad, con las líneas muy avanzadas y un disparo de Alex Velda que Zabal tuvo que enviar a córner con ciertas dificultades. El equipo asturiano lograba frenar el ímpetu de los locales, que no acertaban a hilvanar el juego de forma coherente frente a un rival que presionaba mucho. Un disparo de Leo Ramírez que se marchó ligeramente desviado fue la primera oportunidad clara de los locales, a los que les costaba llegar al área asturiana. El partido fue muy disputado en la primera mitad, con dominio alterno y una Arandina a la que le faltaba más claridad en su fútbol, neutralizado por un Lealtad que ocupaba muy bien los espacios.

Un gol anulado a Grande por fuera de juego confirmaba la apuesta ofensiva de los asturianos, mientras que la réplica de la Arandina, que lleva siete partidos sin perder, quedaba simplificada en un flojo disparo de Edu Paya desde fuera del área. Más cerca estaba de marcar el Lealtad, que pudo hacerlo con un gran disparo de Iván Garrido que salió por encima del larguero. Tras la reanudación, la Arandina intentó imprimir una marcha más y llegó con más asiduidad al área visitante. Un remate de Rubén Arroyo salió rozando el palo mientras el Lealtad parecía más encogido. La lesión de Iván Garrido -que tuvo que ser trasladado al hospital con un problema en la rodilla y hoy se le harán pruebas- lastraba a un Lealtad que no se encogía, pero que no podía superar la presión de los arandinos. Pero cuando la Arandina parecía con más peso en el partido marcó el Lealtad por medio de Álvaro. Y ese gol hizo mucho daño al equipo burgalés, que se deshinchó en su juego y quedó a merced de su rival. A cinco minutos para el final, Valdo demostró su clase poniendo la sentencia tras una preciosa vaselina. Atropellado, la Arandina buscó la épica, pero no sacó nada positivo y los puntos volaron a Villaviciosa, que disfruta de un equipo que cada vez se aproxima más a su objetivo.