El único derbi asturiano en las tres principales categorías del fútbol nacional dejó ayer en Les Caleyes el mismo premio para cada equipo: un punto para el Lealtad y otro para el Caudal. Un empate justo en un partido igualado, trabado, a ratos aburrido, competido y con pocas ocasiones de gol. La prueba es que los dos únicos tantos, de Cristian para los de Mieres y de Adrián Llano para los de Villaviciosa, llegaron a balón parado, en un córner y en una falta lateral, en esa suerte del fútbol que responde más a la estrategia que al juego.

El punto, no obstante, dejó sabores distintos en cada equipo, algo que tiene que ver con las urgencias. El Lealtad no las tiene, así que el empate le vino fenomenal para seguir sumando, elevar a ocho partidos la racha consecutiva sin perder y seguir en la zona tranquila, alejado de los puestos peligrosos. Al Caudal, por su parte, el punto le sabe a poco porque no le sirve para escapar de ahí abajo y le deja esta jornada en puestos de promoción de descenso a Tercera División, con 23 puntos.

El partido, en general, tuvo poca enjundia en las áreas y demasiada en el centro, en zonas intrascendentes. El momento clave fue en el minuto 75, con 0-1 en el marcador. En ese instante, Noel Alonso, central del Caudal, hizo una falta innecesaria que le supuso la segunda tarjeta amarilla y la expulsión. Acto seguido, Álvaro Muñiz botó la falta y Adrián Llano cabeceó a gol. Fue el 1-1.

Ahí, en ese empate, el Lealtad neutralizó la ventaja del Caudal, conseguida nada más comenzar el segundo tiempo, en un córner botado Jaime, prolongado por Annunziata y cabeceado a la red, libre de marca, por Cristian. Era el minuto 46 y, hasta entonces, durante la primera parte, el choque fue muy táctico, con poco más reseñable que dos faltas laterales de los locales sin mayor peligro y una jugada individual de Annunziata cuyo tiro ni siquiera cogió portería.

Dominó la pelota más el Caudal que el Lealtad, que tuvo más ímpetu a raíz del empate, cuando se quedó con un jugador más. Los de Aguirre, no obstante, no aprovecharon ese cuarto de hora de superioridad numérica por el buen hacer defensivo visitante en el tramo final. Entre medias, entre el 0-1 y el 1-1, hubo control alterno y escasas llegadas. Una falta lanzada por Omar que sacó Bussmann, un disparo alto de Invernón y un centro chut de Belda que también detuvo fácil el meta visitante.

Ni el Caudal supo defender la ventaja ni el Lealtad jugar con un hombre más, así que el derbi quedó en tablas con un punto que tuvo dos sabores. Cosas de la necesidad.