Gijón, Á. CABRANES

Fue de más a menos el Colunga en Mareo con un propuesta atrevida, pero escasa de puntería. Los visitantes saltaron al Pepe Ortiz con la idea de una presión adelanta para frenar salida de balón del filial rojiblanco mientras el Sporting B, incómodo, empezó a recurrir a los balones en largo. Un panorama que fortaleció al Colunga y sumió en dudas a los rojiblancos. Duró veinte minutos. Dos chispazos de Claudio desatascaron el camino a los gijoneses, que acabaron goleando al Colunga y encadenando así su undécima victoria en casa.

Con Abraham, Del Río y Naya sin apenas bajar del medio del campo, el Colunga confiaba en que su buena puesta en escena le adelantara en el marcador. Y pudo hacerlo si Naya con dos cabezazos blandos, no desaprovecharon los mejores minutos de su equipo. Y cuando los visitantes más apretaban, Claudio acabó con los líos. El delantero rojiblanco, primero con un balón peinado que resolvió Rubén con un disparo que se coló entre las piernas de Diego Carrio, y después, tras una buena arrancada, cediendo a Pedro Díaz para que el centrocampista ovetense empujara a la red, dejó visto para sentencia el triunfo. Y eso que Naya, entre medias, tuvo otra para empatar, pero se topó esta vez con un atento Dani Martín. No era el día del delantero del Colunga.

El Sporting B, ya ante un rival resignado, vivió una plácida segunda parte. Dos goles, uno del recién incorporado Pablo y otro de Claudio, junto a un disparo al palo de Rubén, en los primeros diez minutos acabaron con cualquier reacción del Colunga.