El inicio de la Liga en Angola se convirtió en tragedia. Diecisiete personas fallecieron y otras sesenta permanecían internadas, cinco de ellas muy graves, como consecuencia de una avalancha en el Estadio Municipal 4 de Enero de la localidad de Uige, al norte del país, cuando cientos de seguidores del equipo local irrumpieron en el reciento.

El Santa Rita de Cassía, que debutaba en la máxima categoría, recibía al Recreativo Libolo en un partido que había generado una gran expectación. El estadio, con capacidad para 12.000 espectadores, se encontraba al máximo de su capacidad, pero cerca de otros 8.000 aficionados se agolpaban en las puertas al no haber logrado una localidad. En el minuto 6 se adelantaba el equipo visitante, y el gol encendió la mecha. Los aficionados que se encontraban en el exterior del estadio reventaron una de las puertas de acceso. Según testigos presenciales, la policía lanzó gases lacrimógenos para detener a los asaltantes, lo que terminó generando una avalancha con el resultado provisional de 17 muertos y sesenta heridos hospitalizados, cinco en estado muy grave.

Pese a la gravedad de los hechos el partido no se detuvo y se disputó en su totalidad, concluyendo con el 0-1 existente ya en el momento de la tragedia.

Tanto la UEFA como LaLiga expresaron sus condolencias a la Federación angoleña. En España se guardó un minuto de silencio en Primera y Segunda.