El Suárez Puerta marcará en las próximas semanas el futuro inmediato del Avilés puesto que a los blanquiazules les esperan dos partidos consecutivos (Siero y Marino) en casa. Son seis puntos que el equipo necesita ganar para asentarse en la zona alta de la tabla y afrontar con cierta tranquilidad la parte más dura del calendario con la visita al Oviedo B, el Covadonga en casa, el Llanes en San José, y el Sporting B de nuevo en el Suárez Puerta.

La plantilla sabe que la Liga entra en la parte más importante de la temporada, la que marcará el éxito o el fracaso del año, y jugadores y técnicos mantuvieron ayer una larga reunión en el vestuario antes del entrenamiento en Miranda para analizar la situación tras el empate (1-1) en Lugones y cuando restan 12 jornadas para finalizar la Liga, es decir 36 puntos en disputa.

Y la conclusión es que el equipo está "muy bien" situado para pelear por el título (el objetivo de la temporada) desde el tercer puesto, con los mismos puntos (61) que el segundo (Sporting B) y a uno del líder Langreo. "Empieza una nueva Liga de doce partidos con enfrentamientos directos cada semana y nuestra situación es muy buena, bastante mejor que el pasado año", señaló el técnico, Pablo Lago.

Los números dan la razón a Lago porque los avilesinos el pasado año eran también terceros tras 26 jornadas pero con un punto menos (60), a ocho del líder Caudal y a cuatro del Langreo (segundo). El único parámetro mejor de la pasada temporada es el de goles encajados (13) por los 25 actuales.

Pero hay más datos que invitan al optimismo, como que el Avilés es el equipo con más victorias esta temporada (19), una más que Langreo y Sporting B, y que es el segundo máximo goleador con 63 goles, 17 más que el pasado año a estas alturas, diez más que el Langreo y doce menos que el filial rojiblanco.

Las estadísticas están muy bien, pero no ganan partidos. Jugadores y técnicos saben que lo único que cuenta es hacer un buen trabajo en los entrenamientos y en el campo para sumar de tres en tres el máximo número posible de semanas. Y para conseguirlo tienen que aislarse de la lucha de poderes que se vive en estos momentos en el seno del club, centrarse en el trabajo y hacer piña en el vestuario.