Sólo una semana después de caer en las semifinales de Buenos Aires ante Alexandr Dolgopolov el asturiano se tomaba la revancha en Río de Janeiro al eliminar al ucraniano en cuartos por 7-6, 6-7, 1-0 y 40-0 cuando su rivalse retirada debido a problemas físicos. Al cierre de esta edición el gijonés, 24.º del ranking y cuarto cabeza de serie en Río, disputaba su partido de semifinales frente al joven noruego Casper Ruud, de 18 años y 208 de la ATP, que eliminó 6-2 y 7-6 al último brasileño que quedaba en liza, Tiago Monteiro. De superar a Ruud, Carreño alcanzaría su quinta final (ganó en 2016 las de Moscú y Winston-Salem y perdió las de Estoril y São Paulo) y la más importante hasta ahora de su carrera, ya que sería la primera de un ATP'500. La jornada en todo caso se presumía larga para el gijonés, pues tras el partido ante Ruud debía jugar la final de dobles, en la que en compañía del uruguayo Pablo Cuevas buscaba su tercer título en la especialidad ante a los colombianos Farah y Cabal. En semifinales Carreño y Cuevas ganaron 6-4, 3-6 y 12-10 a los primeros favoritos, el británico Murray y el brasileño Soares.