El Lealtad sumó ayer su tercera derrota consecutiva y en las tres ha habido polémica. En la derrota (1-0) ante el Racing los de Villaviciosa protestaron que el tanto con el que perdieron no llegó a entrar tras dar en el larguero; en el segundo, en el que cayeron (0-1) ante el Palencia, la reclamación fue un penalti en el minuto 92 sobre Rubén Suárez; y ayer, en la derrota 2-1 ante el Celta B, los jugadores negrillos reclamaron insistentemente al colegiado que el gol de la victoria de los locales había entrado por un agujero que había en un lateral de la red.

Y eso que el partido se les puso de cara a los de Roberto Aguirre. El Lealtad se adelantó en el minuto 19 tras la transformación de David Grande de un penalti que habían cometido sobre él mismo. Igualó Borja Iglesias antes del descanso y en el 75 llegó la jugada de la polémica, con un disparo desde el lateral izquierdo del área de Hicham que apareció dentro de la portería de Javi Porrón.

El Lealtad formó con dos líneas de cuatro que buscaban frenar el juego ofensivo de los vigueses. Dos líneas muy adelantadas, con lo que al filial céltico casi no le quedaba espacio para mover el balón con comodidad y llegar a la portería de Porrón. El Celta B tenía más posesión pero era incapaz de crear peligro.

Una internada de Grande por la banda izquierda acabó con un derribo de Gus Ledes, señalando el colegiado penalti sin dudarlo. El cuadro vigués seguía sin llegar al área tras el tanto, siendo su mejor ocasión una indecisión del portero que dejó el balón muerto en el área. El Lealtad tuvo dos ocasiones más para marcar que desaprovechó.

Sin embargo, a cinco minutos para llegar al descanso, Borja Iglesias le gana la espalda a la defensa asturiana, plantándose solo ante Porrón al que bate por bajo. En la segunda parte el dominio del Celta B fue mucho más claro. El Lealtad esperaba en su medio campo tratando de robar el balón para salir a la contra, pero sin arriesgar demasiado ya que le estaban saliendo las cosas en defensa. Todo cambió tras el protestado tanto. De ahí al final, el Lealtad buscó el empate sin éxito.

Roberto Aguirre, entrenador del Lealtad, no quiso valorar el polémico gol: "Me imagino que en televisión se verá si es gol. Parecía que no había entrado, pero tampoco lo puedo decir puesto que incluso me pilló recién expulsado y apenas lo pude ver".