El Marino de Luanco irá el domingo al Suárez Puerta (17 horas) a por todas. La plantilla es consciente que no será un partido fácil, en un campo en el que nadie ha ganado desde hace meses y solo el Langreo ha logrado rascar un punto, pero el Real Avilés también tiene que contar con que contar con que los luanquinos quieren los tres puntos para acceder a los puestos de privilegio.

Así, el conjunto azulón tendrá que emular las dos únicas victorias que ha logrado en liga en toda la historia de los derbis comarcales. "No le doy mucha importancia al factor campo. También hay gente que dice este equipo se nos da bien o se nos da mal por tradición. A mi lo que me preocupa es que estemos concentrados, que seamos disciplinados tácticamente, porque el Avilés tiene muy buen equipo", sentenció ayer el entrenador del Marino, Adolfo Pulgar.

La rivalidad entre ambos equipos llega de la proximidad, pero también de que en los últimos años se han encontrado muy a menudo en la categoría luchando por objetivos similares, tanto en Tercera como en Segunda B. Sin embargo, históricamente solo se han enfrentado en doce temporadas entre las dos categorías. Las dos veces que ganaron los marinistas, en 2001 y 2010 -ambas en Tercera- lo hicieron con contundencia (0-5 y 2-4), a lo que hay que sumar otros cuatro empates en el Suárez Puerta, dos en Tercera y dos en Segunda B. El domingo intentarán hacer crecer esa estadística.

Aitor y Pablo Hernández, únicas bajas. Pulgar cuenta para el derbi con todos sus jugadores, excepto Aitor y Pablo Hernández, que siguen recuperándose. El equipo está preparando a conciencia en derbi comarcal en una semana de intenso trabajo y ya apura los últimos entrenamientos para estar al cien por cien para el complicado choque, especialmente tras el traspié de la semana pasada ante el Urraca (1-1). Adrián Trabanco, que se mantuvo fuera por un golpe en el partido, ya se ha incorporado con sus compañeros, por lo que podrá estar disponible, a priori, para la visita al Suárez Puerta.