Adolfo Pulgar aún no se cree la derrota de su equipo en El Requexón (3-1). Y es que el técnico del Marino contabilizó "siete ocasiones claras en el primera parte", con tres tiros al larguero y otros dos balones que sacó la defensa bajo palos. Con todo, en su opinión, la jugada clave fue el penalti no señalado por el colegiado gijonés Muñoz Suárez al inicio del segundo tiempo por mano de Emilio, el capitán del Oviedo B. "Fue muy claro y en la contra metieron el segundo gol, por cierto en posición dudosa. Ahí estuvo la clave", señala.

El entrenador luanquín habla de "mucha decepción" porque, explica, "anulamos el buen juego creativo del rival por dentro y fuimos muy superiores", pero de satisfacción porque "el equipo siguió dominando, arriesgando y yendo a por el partido".

El play-off se complicó para los luanquinos, que son séptimos con 56 puntos, los mismos que Oviedo B y Covadonga, y quedan a nueve del Tuilla (cuarto), pero Pulgar aún ve posibilidades de llegar porque, explica, "quedan 24 puntos por disputar y hay muchos enfrentamientos directos, por eso vamos a pelearlo hasta el final aunque es difícil". Y añadió: "Con la actitud y el trabajo que hizo el equipo en El Requexón es difícil que nos gane nadie. Hay que continuar y el vestuario está dispuesto a seguir peleando".

Los jugadores, técnicos y directivos del equipo luanquín conocen bien el calendario propio y el de los rivales, y Pulgar reafirma su confianza en el grupo. "Todo el mundo está muy implicado y eso nadie lo duda porque todos trabajan los 90 minutos del partido al máximo, entrenan muy bien y el ambiente en el vestuario es excelente", señala.

El equipo vuelve esta mañana al trabajo (10.30 horas) en Miramar con vistas a preparar el partido del próximo domingo (17.00 horas) contra el Lenense en Miramar, un "partido trampa" en opinión de Pulgar porque es un rival que pelea por la salvación. "Tenemos que ser fuertes mentalmente, seguir trabajando y ver la realidad porque, aunque de diez partidos como el del Oviedo B ganamos once, lo cierto es que si no vencemos al Lenense igual estamos fuera".

La receta para seguir en la pelea es "hablar, animarnos, confiar y jugar con la intensidad, ganas y disposición táctica tan buena que tuvimos en Oviedo", concluyó el técnico luanquín.