Luis Gallego será reelegido presidente del Marino el próximo 10 de abril al ser el único candidato tras cerrarse el pasado martes el periodo de presentación de candidaturas. La proclamación coincide con el 27.º aniversario de su llegada a la presidencia en abril de 1990, aunque entró en la directiva en 1984 como vicepresidente de Ramón Rodríguez, "Montán", y fue jugador 10 años. En total, pasó 43 de sus 64 años en el club.

Gallego dudó entre presentarse o dejar que una gestora concluyera la temporada pero optó por recoger los avales, aunque dejó en el aire su futuro como presidente en espera de que pueda haber un entendimiento con el Ayuntamiento de Gozón para dar un impulso al club cara a los próximos años.

El dirigente marinista se reunió con el concejal de Deportes, Daniel Fernández, con dos temas sobre la mesa. El primero analizar la forma en que pueda colaborar el club con las actividades y ciertos eventos que organice el Ayuntamiento. Gallego recordó la explotación de las casetas de la playa, que ya tuvo el club en su momento pero que ahora lleva el Ayuntamiento y que salió a licitación.

El segundo tema es el "estado de abandono" de las instalaciones, que es "la gran penuria del Marino", en palabras de Gallego. "Miramar se está cayendo, es una ruina que se agravó aún más por la acción del viento este invierno". Con todo, indicó, lo más preocupante son los vestuarios. "Hay un riesgo cierto de derrumbamiento y eso es muy grave. Ya se lo advertí al concejal porque yo no quiero ser responsable de nada".

El otro "punto negro" de las instalaciones es el sintético de Balbín, cuya dureza ya fue denunciada por los equipos que lo utilizan y que llevó al Marino a entrenar en Candás este invierno para evitar lesiones dado que no se puede trabajar en Miramar por las lluvias.

Daniel Fernández se comprometió a que la oficina técnica hará unos informes de la situación de Miramar y, explicó, "los estudiaremos y veremos hasta donde podemos llegar dada la situación económica del Ayuntamiento".

Respecto a Balbín, el concejal, aseguró "ser consciente" de su mal estado, pero explicó que el Ayuntamiento hizo recientemente una auditoría porque el proyecto inicial "no tenía nada que ver" con la obra finalizada. "En breve sabremos si hubo irresponsabilidad en la empresa instaladora y, si es así, reclamaremos, de ahí el retraso en la obra". El edil, no obstante, precisó que "ofrecimos al Marino gratis el campo del club social de Alcoa, que está en desuso y en perfectas condiciones para que pueda entrenar el equipo".

Gallego supeditó su continuidad en la presidencia del club a la colaboración que reciba desde el Ayuntamiento. "En un mes o mes y medio tendremos la respuesta del concejal y según lo que nos diga continuaré o convocaré elecciones y me iré porque aunque no voy a dejar tirado al club, si no hay apoyo en estos temas que son básicos para nosotros no quiero coger ciertas responsabilidades".

El presidente espera que desde el Ayuntamiento se tenga sensibilidad con un club, recordó, "que es el que más años estuvo en Segunda B este siglo" de los asturianos. "Hay que intentar no perder el nivel que alcanzó el equipo, cuyo sitio está entre los mejores de Tercera o en Segunda B. Y para ello necesitamos el apoyo municipal porque el Marino es otra cosa y tiene que tener un tratamiento diferente al de resto de clubes del municipio, que están haciendo un labor muy buena pero es distinto".

El apoyo mutuo es "imprescindible" en bien del Marino y del concejo, alega Gallego. "El club tiene 86 años de historia y es de los socios y del pueblo, no de Luis Gallego. Nuestro objetivo es tirar por Gozón y dar a conocer el nombre de Luanco por toda España".

Daniel Fernández no acepta el "chantaje" de Gallego. "Nosotros tenemos que atender a a todos los clubes y no me meto en la forma que cada uno quiera gestionar el club". Y añadió: "Damos iguales oportunidades y cada club que gestione la aportación como considere oportuno. Se lo dejé bien claro en la reunión y no voy entrar en el juego de su continuidad en función de la subvención", concluyó el concejal gozoniego.