El Caudal dejó escapar ante el Arandina la oportunidad de dar un paso importante hacia la permanencia. Los de Iván Ania no pasaron del empate ante el conjunto burgalés, en descenso, en un choque donde cada equipo fue mejor en una parte.

El partido empezó con un Caudal más metido, aunque con el Arandina elevando su línea de presión. El cuadro caudalista gozó de una triple ocasión a los ocho minutos de juego. Un centro de Javi Sánchez estuvo cerca de ser rematado por Ernesto. Jaime recogió el balón y se plantó solo ante Nacho Zabal, que sacó con maestría el mano a mano y su rechace lo envió Roni a las nubes.

Javi Sánchez también estuvo cerca de abrir el marcador. Tras una gran jugada colectiva de los mierenses, el mediapunta remató fuera de chilena por encima del travesaño. A medida que transcurrían los minutos, el cuadro burgalés se iba sacudiendo el dominio local, aunque sin llegar a inquietar la portería de Chechu más allá de acciones a balón parado.

A siete minutos para el descanso, Roni fue derribado en el área por Nacho Ruiz. Jaime asumió el mando desde los once metros para engañar a Nacho Zabal y anotar el primer tanto caudalista. La alegría fue efímera para los de Iván Ania. Prácticamente en la siguiente acción, Ruba, con un disparo que tocó en un zaguero del Caudal, batía a Chechu Grana con un gol que entraba por la escuadra.

En la segunda mitad, los mierenses quisieron meter una marcha más e hizo retroceder a la Arandina, aunque suya fue ñla primera ocasión: un disparo de Plaza desviado por Chechu Grana. Sin embargo, los caudalistas crecían y ponían en aprietos al cuadro castellano. Prueba de ello fueron los numerosos saques de esquina forzados Hasta diez llegaron a lanzar los de Ania tras el descanso. Ernesto estuvo cerca de anotar con un remate de cabeza que se fue rozando el palo a los 69 minutos y Javi Sánchez, también con la testa, no logró acertar tras un córner botado por Jaime.

En la recta final, los burgaleses también dispusieron de oportunidades claras. Ndoye, que revolucionó el duelo con su velocidad, disparó desde dentro del área, pero Chechu, muy seguro, atajó el balón. Poco después, un centro chut de Plaza, el mejor de los visitantes, a punto estuvo de causarle un disgusto a Chechu Grana y a la parroquia caudalista.

Al final, reparto justo de puntos en un duelo que mantiene al Caudal con un punto de ventaja sobre los puestos de promoción de descenso que marca el Mutilvera. Pero el peligro del descenso está más cerca: el Boiro ya está a sólo dos puntos.