El Barcelona volvió ayer a decepcionar y ya van unas cuantas veces esta temporada. Tras su anterior tropiezo en la Liga de Campeones, en el partido de ida ante el París Saint Germain, donde perdieron por 4-0, un milagro en el partido de vuelta les permitió seguir con vida. Una gesta que se presenta muy difícil de emular ante un sólido Juventus que ayer le derrotó con claridad.

Un doblete del argentino Paulo Dybala, que ayer superó a Messi, jugador con el que ya le comparan, y un gol de Giorgio Chiellini permitieron a los italianos arrollar a un flojo Barça. Las mejores ocasiones para los azulgranas estuvieron en las botas de Andrés Iniesta y de Luis Suárez, pero chocaron contra el veterano Gianluigi Buffon, que contestó con dos grandes intervenciones.

Los turineses confirmaron su fuerza en casa, donde no pierden desde hace 22 partidos europeos, y llegarán al Camp Nou con la posibilidad de defender una sólida ventaja y teniendo claro lo que le pasó al PSG, que tropezó 1-6 tras su clara victoria en la ida.

La noche tuvo a Dybala como gran protagonista: vivía el duelo más importante, de momento, de su carrera y se lució con una gran actuación en un día en el que su compatriota Gonzalo Higuaín pagó su falta de acierto y no pudo marcar. Sin el sancionado Sergi Busquets, Luis Enrique alineó un 3-4-3, con el argentino Javier Mascherano en el centro del campo y Mathieu, Umtiti y Piqué en la línea defensiva.

El Barcelona se dejó sorprender por el agresivo comienzo de partido del Juventus, que presionó desde el primer minuto y que dio ya dos avisos en los primeros 180 segundos de juego, con un remate alto de Khedira y un cabezazo de Higuaín parado por Ter Stegen. La presión de los turineses tuvo premio en el minuto 8 cuando Cuadrado sirvió un gran balón a Dybala en el área de penalti tras encarar a Mathieu y el argentino se dio la vuelta y ajustó el balón al palo con la pierna zurda.

La primera reacción del Barcelona se originó en una intuición de Messi, que permitió a Iniesta presentarse en un mano ante Gianluigi Buffon con un gran pase al hueco tras regatear a Khedira. El centrocampista golpeó con la pierna derecha pero Buffon logró enviar el balón a córner con una gran intervención, que resultaría además determinante para el segundo tanto del Juventus.

De hecho, precisamente en un contragolpe nacido de esa acción los turineses lograron ampliar distancias, de nuevo con Dybala. La "Joya" aprovechó una asistencia de Mandzukic para golpear con un zurdazo que sorprendió a Ter Stegen. En un ambiente infernal, el Barcelona tenía que razonar, reorganizarse y tratar de subir su posición ante un rival en estado de euforia. El conjunto azulgrana terminó creciendo la primera mitad y le fue anulado un gol por fuera de juego de Luis Suárez en una acción que había culminado con un gol de Messi.

A pesar de esto, el Barcelona seguía sufriendo mucho en defensa, lo que convenció a Luis Enrique de bajar la posición de Mascherano y de sacar al portugués André Gomes en sustitución de Mathieu tras el descanso.

La segunda mitad empezó con los visitantes mucho más agresivos, aunque fue el Juventus quien siguió creando ocasiones peligrosas. Tras dos oportunidades desaprovechadas por Higuaín, los turineses consiguieron el gol del 3-0 gracias a un cabezazo del veterano Chiellini.

Ya sin otra opción que apretar en busca de un gol, el Barcelona se volcó al ataque y estuvo a punto de recortar distancias en el 68, cuando un disparo de Suárez dirigido hacia la red fue despejado por otra gran parada de Buffon.

Después de esa oportunidad, la defensa de los turineses, que sólo concedió dos goles en esta edición de la Liga de Campeones, confirmó su gran solidez y logró contener el ímpetu de los catalanes, concediendo solo algunos disparos desde fuera del área que no creaban particulares peligros.

En los últimos minutos, el técnico de los turineses, Allegri, reforzó su línea defensiva con el gabonés Mario Lemina y Barzagli. Fue suficiente para impedir que el Barcelona marcara un gol que facilitara algo su pase a semifinales. Los de Luis Enrique se han metido en otro gran lío.