No era muy difícil de pronosticar que la relación entre José María Tejero y Álvaro López acabaría en los Juzgados. Al menos eso es lo que anunció la pasada semana el responsable de IQ Finanzas, la empresa que supuestamente gestiona el Avilés desde hace cuatro meses. Y digo supuestamente porque con Tejero por el medio es difícil no sentir el aliento de quien lleva tantos años haciendo y deshaciendo en el club. Como Tejero no vende y tampoco suelta las riendas, López quiere hurgar en la herida por el entramado empresarial que, otra vez supuestamente, el dueño del Avilés montó para que los futbolistas no pudiesen reclamar al club los impagos que son la seña de identidad de la "era Tejero". El mexicano quiere que un juez dictamine sobre lo que parece evidente: que Real Avilés Gestión Deportiva SL es una empresa expresamente creada por José María Tejero para asumir los contratos de los jugadores que vistan la camiseta del Avilés. De momento, la Comisión Mixta de la Federación Española de Fútbol ya estimó la denuncia de Andy, uno de los jugadores fichados esta temporada, y que tuvo que marcharse sin cobrar lo acordado. Álvaro López define todo esto como "vicios administrativos" que atenazan al Avilés "desde hace veinte años". Y añade: "Cuando llegamos, el Avilés era un club al borde de la quiebra en el que todos mienten sobre las cuentas y las deudas".
