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Artesanos

"El mimbre mantiene los peces en buenas condiciones"

"Esto va a menos: es imposible competir con cestos fabricados en serie en países orientales, con materiales inferiores pero más baratos"

José Ángel González del Río elabora un cesto en su taller de Grado. MIGUEL AGUILAR

La "cestería" es una técnica mediante la cual se elaboran, de forma artesanal, diferentes productos empleando tejidos vegetales, materiales que ofrece la naturaleza, tales como el mimbre, el castaño o el avellano. Un oficio que, durante décadas, se desarrolló en numerosos pueblos de Asturias y que supuso el sustento diario de no pocas familias. Hoy día, como tantas otras ocupaciones, está en franca regresión. Es en las zonas rurales donde todavía podemos encontrar artesanos que siguen trabajando el mimbre de forma profesional. Este es el caso del moscón José Ángel González del Río que, junto a su hermana Mari González, se resisten a que la tarea que ha sido su forma de vida se pierda en el olvido. Fue su abuelo, José Antonio González, "El Cuco", quien inició el negocio y la tradición familiar. Actualmente regentan una tienda de productos confeccionados con mimbre en Grado. En la "cestería" todo el proceso de elaboración es artesanal. Las protagonistas son las expertas manos de José Ángel González que, con una técnica adecuada y valiéndose de un pasador de mimbre, tijeras, martillo, pincho, abridor y grifa, es capaz de crear múltiples productos y útiles con variadas aplicaciones para la vida diaria: estanterías, mesas, sillas, sillones, baúles... y, como es el caso que nos ocupa, cestos para truchas y salmones.

-¿Cómo empezó a trabajar el mimbre?

-Empecé de crío. Era una tradición familiar, ya lo hacían mi padre y mi abuelo. Actualmente mi hermana Mari y yo somos la tercera generación que se dedica a trabajar el mimbre. Empezamos en Cuero, en Candamo, hace muchos años. Entonces el 80% de las casas trabajaban el mimbre para hacer cestos. En casa había un taller en el que llegaron a trabajar 15 o 20 personas. Hace aproximadamente 30 años bajamos para Grado, donde básicamente nos dedicábamos a trabajar para el comercio. Con la tienda llevamos 5 años, y ahí vamos tirando.

-¿Qué utilidad se daba entonces a los cestos?

-Para todo, hacíamos cestos para recoger la fruta, para las setas, ropa, como decoración... y por supuesto, para la pesca, tanto de trucha como de salmón. Recuerdo que hace muchos años se hacían cantidad de cestos para salmón, los pescadores querían llevar sus capturas bien conservadas y presentadas. También ofrecemos otros productos realizados artesanalmente, así como encargos hechos a medida para sillas, cunas, maletas, costureros, estanterías, revisteros, mesas, cestos de picnic, etc.

-¿Qué características tiene el mimbre?

-El mimbre es el material con el que más trabajamos, es una fibra vegetal que se obtiene de un arbusto de la familia de los sauces. Es ligero pero robusto. Hace años lo teníamos nosotros, íbamos a cortarlo a la orilla de los ríos Narcea, Nalón y Pigüeña, luego se hacía la corta en mayo y agosto y, una vez pelado, se cocía para conseguir darle color. Ahora lo traemos de Salamanca o Cuenca, ya preparado. Me limito a cortarlo, dejarlo secar y trabajarlo. Hay que mojarlo para que coja consistencia y ya húmedo está listo para empezar a elaborar el cesto.

-¿Siempre mimbre o se utilizan otro tipo de materiales?

-A mí me gusta mucho el mimbre, pero también trabajamos en castaño y avellano. Para cestos de pesca hay quien prefiere estos últimos, dicen que conservan mejor los peces, pero yo siempre vendí muy bien el mimbre y también mantiene las capturas en perfectas condiciones. La diferencia ente unos y otros, a efecto de conservación del pez no afecta, es más una cuestión estética. El mimbre, por ejemplo, si lo cortas y lo pelas, queda de color blanco, si no lo haces queda más oscuro. También hay otro color que llaman buf, que es mimbre cortado, secado, y luego cocido con la piel. Cuestión de gustos.

-¿Se barnizan los cestos?

-Hay gente que sí lo hace, pero a mí no me gusta. Es cierto que el barniz protege el mimbre y le da brillo, pero si se aplica mucho se puede estropear. Y caso de tener que repararlo, no se trabaja bien. Mucha gente me llama para reparar sus cestos, los humedezco y así se trabaja muy bien, pero si están barnizados, se cristaliza y se complica la cosa.

-¿El oficio tiene continuidad?

-Por desgracia no, cada vez va a menos y en mi caso no creo que haya continuidad. En la comarca también va a menos, ahora no queda nada de aquellos talleres familiares que había en muchos hogares. Han irrumpido en el mercado cestos fabricados en serie en países orientales, de menor calidad y realizados con materiales muy inferiores, pero que son más baratos. Los nuestros son productos de calidad, y nuestro trabajo es completamente manual, pero es difícil competir. Una pena.

-¿Todavía hay demanda de cestos para trucha y salmón?

-Sí que hay, pero nada comparable a lo que trabajábamos hace años. Antes mandaba cestos para muchos lugares de España. Cerraron muchas tiendas y comercios, y eso se ha notado mucho. La demanda de todo tipo de productos, no sólo de cestos de pesca, bajó mucho. Actualmente vendemos principalmente a tiendas de pesca y armerías, bares y negocios de ribera.

-¿Cuánto tiempo tarda en hacer un cesto?

-No sabría decir. Primero hago varias bases, son necesarias para que el cesto coja consistencia desde el principio y, una vez terminadas, voy elaborando el cesto en cada una de ellas. Si es de mimbre tardo más de dos horas con cada uno; si lo hago de castaño lleva más tiempo, hay que preparar la madera, es necesario sacar previamente las tiras a mano con una rasero, y todo el proceso es algo más laborioso.

-¿Recibe encargos de cestos personalizados?

-Si, hay quien me llama para pedirme un cesto con unas medidas específicas, con formas distintas, con tapa, etc. Ofrecemos a nuestros clientes la posibilidad de personalizar el artículo a su gusto. Nos comentan lo que quieren y cómo lo quieren, y nosotros nos encargamos de hacerlo. Adaptamos los productos a medida.

-¿Qué precio tienen los cestos de pesca?

-Los de castaño varían entre 35 y 50 euros, dependiendo de la calidad de la madera. Los de mimbre son más baratos, están en torno a los 20 euros. Los de trucha, dependiendo del tamaño, entre 15 y 30 euros.

Contacto:

Cestería Grao. Plaza de las Dos

vías, 19 Grao. Teléfono: 606042583

stylename="070_TXT_SXXI-ent_02">info@cesteriagrao.com

www.cesteriagrao.com

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