Jugadores y técnicos del Avilés se vieron ayer por primera vez desde la derrota (0-1) del pasado jueves ante el Tuilla y la consiguiente pérdida del liderato, que a falta de cuatro jornadas vuelve al Sporting B complicando en gran medida el título que buscaban los avilesinos para tener más opciones de lograr el ascenso. El reencuentro se plasmó en una reunión de más de dos horas en la que todos hablaron y opinaron sobre la situación del equipo.

En los últimos días trascendió una discusión en el vestuario tras el partido contra el Tuilla cuando un jugador recriminó al director deportivo, José Luis Tamargo, que influyera en la formación del once, un aspecto que negó el técnico, Pablo Lago. "Las alineaciones las hago yo y cuando no las haga no estaré entrenando", precisó. El técnico aseguró desconocer tal discusión. "A mi nadie me ha dicho que algún jugador dijera eso, yo no escuché nada y no se de ningún incidente dentro del vestuario". Y añadió: "Yo controlo lo que puedo y en lo que no puedo controlar no pierdo ni un segundo", señaló.

Respecto a la suplencia del goleador Jorge Rodríguez, que había marcados los tres tantos del triunfo una semana antes en El Entrego, fue conciso. "No jugó de titular por criterio del técnico".

Sobre la posibilidad de pasar página a lo sucedido, Lago aseguró que "nosotros estamos como siempre" y comentó que "no hay mucho de que hablar" porque, insistió, "no hay ningún enfrentamiento entre nadie porque el único problema es que se pierde un partido y cuando no ganas se intentan buscar explicaciones".

El técnico pidió tranquilidad "porque todo está bien", aseguró que "no se nos escapa de las manos este Avilés y por eso hemos estado hablando mucho y bien", y explicó que "estos momentos de relación en el vestuario han sido muy buenos".

Lago asume que la situación en el entorno "es más que difícil" por los enfrentamientos entre el grupo del gestor, Álvaro López, y el del propietario, José María Tejero, y señaló que "hay que aislarse de lo que se vive en el día a día porque en caso contrario sería imposible salir a competir".

La derrota contra el Tuilla centró la larga reunión, según Lago. "Cuando no se gana hay que buscar la manera de volver a ganar, y hablamos de que hay muchas cosas que no se hacen bien". Y comentó a continuación: "Es muy importante que todo el mundo opine y no hubo ninguna tensión, al contrario, el equipo está fuerte y quiere aislarse de todo lo que rodea al vestuario para estar muy concentrados en el fútbol, que es lo importante".

El equipo era líder antes del choque contra el Tuilla y Lago defiende que "en dos horas no puede cambiar tanto la buena dinámica que llevábamos", por eso sólo piensa en "competir a nuestro nivel" el próximo domingo (17.30 horas) en Ceares. "En eso nos centramos porque ya no vale mirar atrás ni lamentarnos de nada. Lo más importante cuando se pierde es levantarse rápido y esa es la inercia que queremos coger desde ya otra vez", señaló.

La derrota contra el conjunto langreano se explica, en opinión del técnico, por dos factores. El primero, por el "desorden y ansiedad" del equipo tras encajar el gol. "No queríamos perder el liderato por nada del mundo y creo que nos hemos precipitado un poco en momentos puntuales por falta de paciencia. Nos faltó más tranquilidad y jugar a lo que nos gusta". El segundo factor es que el equipo se metió en el juego que propuso el Tuilla. "Ellos se replegaron muy bien, no encontramos en ningún momento las líneas de pase ni en corto ni el largo, y poco a poco nos íbamos desesperando un pelín. Ahí es donde tenemos que ser más fuertes para aguantar esos momentos difíciles cuando las cosas no están como queremos".

La derrota, reconoce Lago, "es un paso atrás" pero, señaló, "nos tenemos quedar con lo bueno, que es que el equipo estaba muy bien antes y no va a dejar de estarlo por un partido", concluyó.