El reto está servido. Pablo Carreño se jugará hoy (cuarto turno de la pista central) el pase a cuartos de final del Masters 1.000 de Montecarlo contra Novak Djokovic. El asturiano, que ayer superó al ruso Karen Khachanov, tendrá ahora el desafío de medirse al número dos del mundo sobre la tierra batida del tercer Masters 1.000 de la temporada.

Los dos precedentes con Djokovic no son positivos para el gijonés. En su primer duelo, hace cuatro años también en Montecarlo, el serbio, entonces indiscutible número uno del mundo, se impuso por un rotundo 6-0 y 6-1. El segundo, más reciente, fue en la eliminatoria de Copa Davis en Belgrado, sobre superficie rápida, con victoria para Djokovic en tres sets (6-3, 6-4 y 6-3).

Para Carreño, que tuvo poco tiempo de adaptación después de jugar la Copa Davis, su arranque de la gira en tierra batida es una buena noticia porque confirma su madurez como jugador y la regularidad que ha ido demostrando a lo largo de este año. "Es un buen síntoma", celebró el gijonés. "Ganar dos partidos seguidos en el primer torneo de la gira es una excelente noticia para rodarme y coger sensaciones en esta superficie, que tras estar dos meses jugando en rápida viene bien".

De cara al partido con Djokovic, que sobrevivió en su estreno a Gilles Simon (6-3, 3-6 y 7-5), Carreño resaltó que "tengo que intentar hacer mi juego". El gijonés desconfía del mal momento del serbio: "Nunca sabes. Cuando alguien viene jugando muy bien igual, le pillas cansado, y cuando no está en su mejor momento quizás le ayuda a estar más centrado. Lógicamente tengo que intentar que él no esté cómodo".