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Actualidad | La temporada salmonera

Pobre entrada de salmones

Los pescadores asturianos sólo pudieron capturar 27 ejemplares en lo que va de campaña, 12 de ellos en la última semana, en un pésimo comienzo

Finalizado el mes de abril, las cifras de capturas en los distintos ríos de Asturias siguen confirmando un pobre comienzo que ni las previsiones más pesimistas podían esperar. El total desde que abrió la temporada, el pasado 16 de abril, asciende a 27 salmones, de los cuales 12 pasaron por el precinto la última semana. Las previsiones de lluvia hacían albergar esperanzas de que los ríos, muy necesitados de agua, repuntasen y con ello pudieran entrar ejemplares frescos, pero esas precipitaciones no llegaron en la cantidad necesaria y deseada. Los cauces apenas notaron un ligero incremento en sus caudales, especialmente Sella y Cares, ya que Eo y Esva apenas sufrieron variación respecto a la semana anterior. El Narcea, con las sueltas de la presa de Calabazos no tiene este problema, pero los salmones siguen sin llegar. Nevó en la montaña, especialmente el domingo, en algunos casos dejando una capa que no va a paliar el problema, pero algo ayudará. En cualquier caso, hay que ser realistas, es cierto que esa falta de agua no ayuda, pero otros años con un caudal similar, e incluso inferior en algunos casos, si ha habido una buena entrada de peces. No hay salmones, o de momento no han llegado, no hay que buscar más explicaciones. Tampoco las esperadas mareas de final de mes se tradujeron en capturas.

Cabe destacar la captura del Campanu del río Cares. El sábado, Abel Sousa Fernández, de Unquera, se hizo con un ejemplar de 5,500 kilos conseguido a cebo natural en la zona libre de La Concha. Así las cosas, el único río que aún está esperando su particular repique de campanas es el Esva.

La afluencia de pescadores, debido al pobre arranque de temporada y a la escasez de salmones, está lejos de la habitual a estas alturas de campaña. Muchos aficionados prueban fortuna a primera hora de la mañana y a mediodía desisten ante las pocas posibilidades de hacerse con un ejemplar, quedando zonas y pozos vacíos durante gran parte del día.

Está claro que la campaña salmonera no ha arrancado de la mejor manera posible, pero es importante recordar que el año pasado por estas fechas se habían echado a tierra un total de 40 salmones, frente a los 26 del presente ejercicio. Luego, gracias a la entrada tardía de los mayucos y la posterior de añales, las cifras no fueron tan malas como en principio cabía esperar.

Veremos a ver qué nos depara el mes de mayo, que suele ser un buen termómetro de la temporada, aunque también es cierto que aquellos años con buenos remontes de salmones de mayo ya durante abril se adelantan parte de ellos, algo que este año no ha sucedido. En cualquier caso, hablando de salmones todo es una incógnita, hay que seguir teniendo paciencia y ver cómo evolucionan las capturas en las próximas fechas.

Eo. En el río de la divisoria astur-gallega se precintaron cuatro ejemplares durante los últimos siete días, dos de ellos en el coto de Louredal, que se está mostrando especialmente prolífico este inicio de campaña. Todos los peces eran frescos, lo que indica que el río recibió una pequeña entrada. El lunes ya se había visto algún salmón en La Pena, y también por la zona alta, en los lotes gallegos que abren la temporada el día 1 de mayo. El río sigue mostrando un caudal muy bueno, algo más bajo de lo esperado en estas fechas, pero en excelentes condiciones para pescar. La asistencia de pescadores, como viene siendo habitual en el Eo, es buena en los mejores cotos. Los pesos de los peces capturados estuvieron entre los 4,350 y los 7,150 kilos.

Esva. Único río donde todavía no ha sido capturado el primer ejemplar. Apenas hubo precipitaciones por la zona y el Esva no varió su caudal a lo largo de la semana. Se vio un ejemplar en el coto de Piedra Blanca y otro par de ellos por la zona alta, sin que los aficionados hayan sido capaces de capturar ninguno de ellos. Se ocupan a diario los cotos de Piedra Blanca, Trevías y Brieves, pero a mediodía sus titulares desisten ante las pocas posibilidades de conseguir capturas. Esperemos que los próximos días el río valdesano arranque su cuenta particular.

Narcea. Cinco salmones pasaron por el precinto de La Rodriga los últimos siete días, cuatro de ellos capturados en la zona libre y uno en el coto de La Llonga, donde el martes se soltó otro ejemplar. Pobre balance para un río que ha presentado unas buenas condiciones de caudal, especialmente durante el fin de semana. A diario suelen producirse, durante varias horas, los desembalses de la presa de Calabazos, incrementando notablemente su nivel y dificultando la pesca en algunos puntos. Queda claro, pues, que el problema del Narcea no es la falta de agua para que los peces se decidan a ascender. La asistencia fue buena por las mañanas, principalmente en la zona baja, pero muchos pescadores plegaron sus cañas a la hora de comer. Los peces capturados dieron un peso entre 5,535 y 8,095 kilos.

S ella. Lideró las capturas semanales con los cinco salmones que se echaron a tierra en sus aguas. Dos de ellos en la zona libre, uno en el coto parcial del Arco, uno en la Vara y otro en Golondroso. Se ve algún pez más por la zona de Caño, pero está claro que pocos salmones tiene el río. Parece que en Ribadesella hay peces esperando un repunte para ascender, veremos a ver si las buenas mareas de estos últimos días les anima y ello se traduce en capturas. Subió ligeramente de nivel a principios de semana, pero sigue estando bajo para lo que sería recomendable en las fechas que nos encontramos. Buena ocupación de los cotos, y menos asistencia de lo habitual por las zonas libres, aunque los puntos calientes se ocupan a diario. Los salmones capturados pararon la balanza entre los 4,850 y los 9 kilos que pesó el magnífico ejemplar capturado en la zona libre el sábado, y que hasta el momento supone el mayor pez de la temporada.

Cares. Las cristalinas aguas de la cuenca limítrofe con Cantabria dieron su primer ejemplar del año el pasado sábado. El afortunado pescador, Abel Sousa Fernández, echó a tierra una pieza de 5,500 kilos, prendida a cebo natural en La Concha, pozo situado en la zona compartida con la comunidad cántabra. El río subió ligeramente a mediados de semana, sin que ello se tradujera en capturas. Se habían visto cinco ejemplares en el refugio de La Encina, que desaparecieron con la punta de agua, seguramente se encuentren por los cotos de la zona media o bien cambiaron de postura en la misma reserva de La Encina. La asistencia, al igual que en el resto de ríos, principalmente por la mañana, desistiendo muchos titulares de los cotos a mediodía. El caudal del río y la transparencia de sus aguas hacen que se vea perfectamente lo que tiene, muchos aficionados se limitan a ver sus lotes y ante la falta de peces, dan por terminada la jornada.

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