El Oviedo Baloncesto es un jovenzuelo que ya ha vivido mucho. Son sólo cuatro las temporadas que lleva en LEB Oro y van a ser sus terceros play-off de ascenso. La experiencia es un grado y, además, el club carbayón llega a esta primera eliminatoria, la que le enfrenta al Ourense, habiéndose ganado un respeto. El que le concede ser el actual campeón de la Copa Princesa, el que le otorga haber ofrecido algunos de los mejores momentos de juego que se han visto esta temporada en la segunda categoría del baloncesto español y el que se ha ganado una afición, la de Pumarín, envidiada por muchos de los que visitan Oviedo.

Llega el Unión Financiera a este choque con optimismo, pero también con la prudencia de haber sufrido una dura derrota en una situación similar la pasada temporada. El 3-0 que le endosó el Magia Huesca es quizás una de las principales armas que tiene Carles Marco a su disposición. A los suyos les puede decir que ya fueron cuartos el año pasado en la Liga regular, que ya tuvieron a su favor el factor cancha y que de nada les va a servir todo eso si no demuestran en el parqué que son superiores. Hoy, pasado mañana en el segundo partido en Pumarín (18 horas) y cuando la eliminatoria se traslade a Orense.

Pero, en realidad, nada es igual este año que el pasado. No lo es el equipo, en el que sólo sigue Víctor Pérez, y no lo es tampoco el ambiente que rodea a un club que empieza a pensar en grande, a dar pasos para que el ascenso a la ACB sea algo real y no una quimera irrealizable. El primer paso hay que darlo hoy. Pumarín estará a la altura y recibirá a sus jugadores como se merecen: con un sonoro aplauso que recibirán también cuando acabe el partido. Pase lo que pase. Estarán los doce y ésa puede ser una de las claves del encuentro y de todos estos cuartos de final ante el Ourense. Los gallegos tienen una plantilla corta, con diez jugadores. El equipo carbayón tratará de plantear una batalla física que le pueda beneficiar a largo plazo.

Uno de los grandes protagonistas debe ser Dani Pérez. El base barcelonés ha realizado una campaña prodigiosa, siendo el máximo asistente de la competición y dando una clase de cómo dirigir a un equipo casi todas las jornadas. Enfrente tendrá a otro de los mejores bases de la categoría, Christian Díaz, que ya demostró de lo que es capaz esta temporada en Pumarín, cuando el Ourense se convirtió en el primer equipo de la LEB Oro en ganar (70-74) esta temporada en la cancha ovetense.

Pero la batalla estará en todas las zonas de la cancha. Hernández-Sonseca tendrá que demostrar su enorme calidad ante dos pívots de la dureza de Fran Guerra y Devin Wright. Importante será también que Barro sea esa fuerza de la naturaleza que viene siendo este final de temporada. Otro hombre a vigilar será Dimitry Flis. Hoy comienza una batalla que tendrá al menos tres actos. Ha llegado la hora de Pumarín.