Conversamos sobre la situación de la cuenca del Narcea-Nalón con el vicepresidente de la Sociedad de Pescadores Las Mestas del Narcea. Aficionado desde su infancia, Carlos Álvarez Suárez, ante todo, defiende al pescador y lo que él considera su derecho a practicar esta afición. Ribereño de la zona baja del Nalón y experto pescador de cebo natural, modalidad por la que siente verdadera admiración, no está de acuerdo con una Administración que, según su criterio, cada nueva temporada impone más recortes sin aportar mejoras al recurso.
Apasionado del salmón desde hace más de veinte años, cuando conoció a Enrique Berrocal, actual presidente de Las Mestas, siendo frecuente verles formar equipo por los pozos de la zona libre del bajo Narcea, al tiempo que luchan, codo con codo, desde la junta directiva para mejorar la situación de un río que durante los últimos años se encuentra muy por debajo de su verdadero potencial.
-¿Qué opinión tiene de la actual situación del salmón en el Narcea?
-Bajó el número de salmones, pero la situación no es tan crítica. Los salmones siguen entrando, no en la cantidad deseada, pero regresan todos los años. Por otro lado, los pescadores no podemos obviar que si no cuidamos el recurso podríamos llegar a una situación peligrosa, por eso desde la asociación Las Mestas intentamos llevar una línea de pesca sostenible y apostamos por la ayuda al río con las repoblaciones y nuestro Proyecto Arca.
-Hágame una valoración sobre este inicio del temporada en el Narcea.
-No ha sido bueno, eso es algo indudable, y eso que en el Narcea no ha habido escasez de agua como en otros ríos, pero creo que es temprano para hacer valoraciones, esto puede cambiar el cualquier momento.
-¿Qué motivos han podido influir en el descenso de retornos de salmón?
-No sé decir con seguridad. Reconozco que los pescadores tenemos nuestra culpa, pero considero otros factores más importantes que la caña como es el cormorán y la pesca en alta mar. Los retornos de los salmones a los ríos son proporcionales, es decir, cuando hay peces todos los ríos los dan en la medida de sus posibilidades, pero cuando es un año malo lo es para todas las cuencas. Considero que es un problema a nivel regional más que de un río en concreto, y afectan más motivos que la caña. Además, el Narcea tiene un serio problema con la presa de Calabazos, es un lastre para la cuenca Narcea-Nalón, por no mencionar también las presas del río Nalón.
-¿Qué soluciones se pueden aportar?
-Ya formaba parte de la anterior directiva de Las Mestas del Narcea, y he acudido a muchos consejos de pesca. En los últimos 25 años siempre escucho lo mismo, que si limpieza, que si depuración de aguas, que si vigilancia y la realidad es que la Consejería no hace nada. Nunca vi que hicieran algo por el río, salvo imponer prohibiciones al pescador. De la misma forma que nos han recortado días y artes de pesca que metan mano al cormorán, vigilen las desembocaduras, que acondicionen frezaderos, etc. Y, en nuestro caso particular, arreglar pozos: el Narcea tiene muchas zonas estropeadas. La Administración es la que tiene que dar el paso si quiere salvar nuestros ríos, truchas y salmones, pero actuando en todos los factores que influyen, no solo centrarse en el pescador.
-¿Somos los pescadores inmovilistas en este sentido?
-No lo sé, pero insisto que en los consejos de pesca nos dejan hablar pero quien toma decisiones es la Administración. Muchas veces escuché de hacer manifestaciones, u otro tipo de acciones, pero al final no hacemos nada. Se dice que las sociedades de pescadores no estamos unidas, pero hay muchos temas que pedimos todas, como el control del cormorán, la vigilancia, las limpiezas y otras cuestiones, y no hacen nada. ¿Por qué? Que no pongan la excusa de que no estamos de acuerdo unas con otras.
-¿Cada vez la zona alta del Narcea está más baja?
-El Narcea tiene un serio problema en este sentido. Hay mucha controversia con el tema de nuestra piscifactoría, se dice que al nacer los peces a orillas del río Aranguín no suben, pero no estoy de acuerdo. En la época de desove nunca se ven peces en la desembocadura del Aranguín. Hoy día influye mucho la escasez de agua, cuando empecé a pescar soltaban todos los días menos los domingos, pero estos últimos años, desde finales de mayo, es frecuente que pasen varias jornadas sin que suba el río. También influye la presión de pesca, es justo reconocerlo. Hay quien dice que hoy existe la misma que hace años, y no es cierto, en algunos pozos puede que haya las mismas cañas que antaño, pero ahora se pescan todos los rincones, zonas donde antes ni se echaba. Tampoco en otros ríos los salmones suben como antes.
-¿Cómo se puede regular esa presión de pesca?
-Soy partidario de que la gente vaya a pescar, no quiero echar a los aficionados del río. Es complicado gestionar el recurso con la cantidad de pescadores que somos, es un tema que tiene difícil solución. Se podría acortar la temporada, de tal a tal fecha, pero sin zonas libres sin muerte. Luego, una vez cerrada la temporada, dejar tranquilos los peces. Se pescarían menos días, pero también quedarían más ejemplares para desovar.
-¿No es partidario de la pesca sin muerte?
-Me considero pescador y me gustaría elegir en cada momento si deseo soltar un salmón o sacrificarlo. Ya solté salmones y también he donado peces para nuestro Proyecto Arca, pero si me apetece llevarlo también lo hago, no seré yo quien defienda la pesca sin muerte o con muerte, que cada uno haga lo que le dicte su conciencia. No estoy de acuerdo con las zonas libres de pesca sin muerte porque la puedes practicar cuando quieras y donde quieras. No veo lógico que un aficionado que no pesque a mosca, o no quiera soltar el pez, no pueda pescar en determinadas zonas, el río es de todos y cada uno debería de pescar a su modalidad favorita.
-¿Qué opina de la actual normativa?
-Más o menos igual que el año pasado, me parece bien que no se pesque todos los días, hay que dar descanso al río y a los peces, pero habría que empezar la pesca con muerte en marzo, pocos son los salmones que se pescan en esa época y no se incide negativamente en la especie. Si lo que pretendemos es proteger los salmones habría que cerrar antes la temporada.
-¿Y del cupo de cuatro salmones?
-No estoy a favor, al menos por persona. Vuelvo a comentar lo de antes, que se abra la temporada en marzo para todos los cebos y se cierre cuando lo diga la normativa, pero en ese período cada uno que vaya cuando pueda y que saque los salmones que sea capaz. Ahora mismo, si tienes suerte y pescas cuatro salmones en poco tiempo, tienes que dejar de pescar y eso no es lógico. Cuando se cierre que sea para todos. Si soy partidario de implantar un cupo por río, pero solo si es para proteger el salmón. Ese cupo, lógicamente, debería de estar avalado por unos estudios previos.
