El Oviedo Baloncesto salió ayer a la cancha ante el Ourense con la obsesión de dar un golpe que puede ser casi definitivo en esta eliminatoria. Y lo hizo. Los de Carles Marco fueron un equipo con mayúsculas, muy por encima de individualidades, defendiendo como un solo hombre, dejando a su rival en una anotación ridícula. Antes del inicio del último cuarto la ventaja del Oviedo era de 31 puntos y el Ourense llevaba 30 anotados.

Víctor Pérez, capitán del Oviedo Baloncesto, ha valorado ante los lectores de LA NUEVA ESPAÑA el duelo de ayer y el encuentro de mañana ante el Ourense.