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Nuestros cotos | Estayos, río Sella

Una alternativa para el final de la temporada

Unas aguas excelentes para pescar sin muerte

Un pescador en el coto de Estayos del Sella. M. A.

Ubicado en la zona medio-alta del río Sella, el coto de Estayos durante muchos años se pescaba con muerte hasta mediados de junio, pasando a ser sin muerte desde entonces hasta final de temporada. Sus cifras de capturas nunca fueron muy buenas, sin duda por el hecho de tener que devolver los peces cuando llegaba su mejor época, ya que, precisamente, es a partir de junio cuando comienzan a llegar la mayoría de los salmones a la zona alta del río. Actualmente, desde hace más de diez años, se pesca exclusivamente sin muerte durante toda la temporada, siendo uno de los cotos más demandados para esta modalidad.

En su límite inferior está el pozo de Ñoña, justo después del vedado de la presa del molino de Traviesa. Es un pozo grande y profundo, de los que más salmones guarda a final de temporada en el Sella. No es fácil de pescar por estar sus aguas muy paradas. Se puede hacer por ambas orillas. Desde la margen derecha, tenemos que bajar por un camino que sale de una casa que hay junto a la pasarela peatonal, ubicada en la desembocadura del Dobra. Al llegar al pozo, veremos que hay unos árboles secos en la misma orilla. En ese punto está la entrada del pozo, donde empieza a profundizar. Poco antes de esos árboles hay un bloque de rocas sumergidas junto a las cuales paran muy bien los salmones. Arrimados a la orilla, bajo las raíces de los árboles, hasta la falda del pozo, también aposturan con frecuencia, y en medio del cauce, a media agua, también es frecuente verles.

Para acceder a la margen izquierda de la Ñoña, lo haremos desde la pasarela. Un camino nos lleva directos al pozo. Hay una gran roca elevada en la orilla, desde donde tendremos que pescar. Al llegar a esta roca vemos, a nuestra derecha, un remanso. Principalmente a final de temporada, suele tener salmones. El agua está muy parada y no picarán con facilidad, pero siempre hay posibilidades de conseguir algún ejemplar. Desde la roca se ve parte de la cola del pozo. En este punto también paran los salmones, y muchos reos, aunque no es fácil llegar a ellos. Suelen hacerlo a media agua. Un poco más arriba otro bloque de rocas se adentra en el río en la entrada del pozo. Principalmente a primera hora de la mañana puede haber salmones en este punto.

La zona entre la cabecera de la Ñoña y la pasarela colgante es La Canal: un estrechamiento del río entre los bloques de rocas de ambas orillas. No tiene mucha importancia para el salmón, aunque hay que mirarlo despacio.

Llegamos a la Mecedura del Dobra. Encima de la pasarela, por la margen derecha, el río Dobra desemboca en el Sella. Dependiendo de su nivel tendrá más o menos tiro esta postura. No es de las más productivas del coto, pero es obligado echar unas varadas.

Más arriba están los Estayos. Si miramos desde la pasarela río arriba, vemos que, casi donde perdemos de vista el río, el cauce se precipita con fuerza entre canales y rocas del río, hasta llegar a unos espumeros que discurren por una zona estrecha para, poco a poco, perder fuerza al llegar a la Mecedura del Dobra. Toda esa zona son los Estayos y en varios puntos pueden parar los salmones. Aguas arriba de la desembocadura del Dobra, el río va encajonado entre ambas orillas, hasta que vemos un primer espumero. Desde aquí a la desembocadura del Dobra es una buena zona de pesca, y puede haber un salmón en cualquier lugar. Especial atención al espumero y a una zona profunda a la altura de una casa de la margen derecha. Un pasillo de cemento recorre todo el lance, haciendo muy cómoda la pesca, pero debemos extremar nuestra precaución ya que los peces nos pueden ver con facilidad.

Por encima de ese primer espumero, hay una pequeña corriente. En su parte trasera, casi donde el agua se descuelga al espumero de abajo, los salmones paran muy pegados a la margen izquierda. También lo hacen en la margen derecha, delante de una roca sumergida. Más arriba tenemos otro fuerte espumero que se precipita con fuerza entre peñas y rocas. Mucha atención también a este punto. Aunque no veamos ningún ejemplar, a lo largo del día hay que tirar varias veces en este punto.

Aguas arriba el río se precipita con fuerza entre rocas y peñas, formando varios canales y estrechamientos y, en cualquiera de ellos, puede haber un salmón.

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