Hoy nos vamos "de cañas" con Luis Eduardo López Alvaré, conocido en el ambiente salmonero como Villa. Aunque lleva relativamente poco tiempo pescando salmón, ya que se aficionó a su pesca hace ahora diez años, no impide que se implique, cada temporada con más empeño, en la conservación tanto del medio como de la especie, y que, a la vez, defienda la figura del pescador y su derecho a seguir practicando esta afición sin los que considera estériles recortes que impone la Administración a los deportistas de la caña.
Desde hace dos años es vicepresidente del Sociedad de Pescadores "Fuentes del Narcea", con sede en Cangas del Narcea. Uno de los principales objetivos del colectivo cangués es recuperar la zona alta del río, devolver las poblaciones de salmón al estatus que nunca debió perder, y así rescatar muchos kilómetros de río que actualmente están muy por debajo de su verdadero potencial.
-¿Qué opinión tiene de la actual situación del Narcea?
-Desde mi punto de vista la Consejería se equivocó cuando empezó a quitar salmones, aproximadamente en 2001, para desovar de forma artificial, y las poblaciones de la zona media y alta han disminuido notablemente desde entonces. Si han repuntado, en cambio, en el río Nalón, seguramente por este mismo motivo. Hubo años en que llegaron a sacar del río hasta 170 hembras para dárselas a la sociedad de "Las Mestas", que tiene su centro ictiogénico en Pravia, pero vaya por delante que la responsable fue la Administración.
-¿Y sobre la presente temporada?
-El balance provisional es muy escaso, en gran parte debido a la falta de agua. De hecho, no difiere mucho del año pasado por estas fechas, pero si no llueve pronto y en condiciones, puede ser una temporada desastrosa.
-Es evidente que los salmones cada vez suben menos en el Narcea, ¿cuáles pueden ser los motivos?
- Fue una barbaridad coger, durante años, salmones a caña en noviembre para desovarlos en la zona baja. Nosotros queremos reforzar la zona media y alta. El año pasado presentamos el Proyecto Salmena, avalado por la Universidad de Oviedo, para repoblar en el Pigüeña, pero nos los tiró abajo la administración. Se trataba de embrionar la hueva en nuestro centro ictiogénico de Villajur, para que los alevines nacieran en el entorno más natural del Narcea. Posteriormente se bajarían al canal Agüerina, en Belmonte. Pedíamos solo 10.000 huevas, y uno de los objetivos era sacar un patronaje genético de los salmones de la zona alta del Narcea. A los cuatro años se analizarían todos los peces capturados en los cotos de la zona media y alta, y así comprobar la efectividad del proyecto.
-¿Dieron alguna explicación de la negativa en la administración?
-Sólo en una ocasión un veterinario de la Consejería nos comentó que si no venían salmones a la zona alta, no funcionaría el proyecto. No estoy de acuerdo. Posiblemente tengan miedo que funcione. Además, es un proyecto donde no se pedía dinero, no perjudicamos al río en absoluto.
-¿Puede influir la gran presión de pesca de la zona baja en que no suban los salmones?
-Si, sobre todo si está el río bajo, pero todo el mundo tiene derecho a pescar. No es fácil de regular. Cada vez hay menos sitios donde pescar, el Narcea está muy estropeado, y es normal que nos juntemos en los mismo pozos. Muchas zonas parecen un canal artificial, hay que arreglar lances, la zona de Láneo está muy deteriorada, en el Pilar el río ya no discurre por donde lo hacía y a la altura de la pasarela de madera para que pesquen los discapacitados ya no paran los salmones. Otro ejemplo lo tenemos en las obras que comenzaron en el puente de Cornellana en plena época de desove, y me consta que incumpliendo la partida medioambiental. Desde que dejaron de coger reproductores a caña ha habido un ligero repunte de Cornellana hacia arriba, y en los conteos se vieron salmones en Las Mestas, con lo cual está claro que aquella medida le vino bien a la zona alta.
-¿Qué opina de la normativa?
-Es prácticamente un corta y pega de la anterior, incidiendo nuevamente en los recortes al pescador como lo demuestra el hecho de haber bajado el cupo de truchas de 8 a 6 ejemplares diarios. Al final los cormoranes comen muchas más de las que podemos pescar nosotros. Esta modificación, además, la hicieron después de haber celebrado el Consejo de Pesca, y eso no se puede hacer. Otra muestra la tenemos en el río Piloña, donde retrasan la apertura hasta el 21 de mayo. Siendo un cauce donde solo se puede pescar a mosca, no se hace daño y no entiendo esta medida.
-¿Sería buena la unidad entre las sociedades para poder presionar más en los puntos comunes?
-Ahora mismo estamos unidos en varios temas y vamos a tomar las medidas de presión que sean necesarias para cambiar ciertas cosas. Es importante que nos pongamos de acuerdo en unos puntos básicos, cuantos más mejor, con la premisa de que primero es el río, luego los peces, y luego los pescadores. Ya está bien de que en los Consejos de Pesca no se tengan en cuenta nuestras peticiones.
-¿Qué opina del cupo de cuatro salmones?
-Los socios fue lo que demandaron en nuestra asamblea y yo, como representante de un colectivo, tengo que respetarlo. A nivel particular creo que no va a incidir negativamente si se amplía, son muy pocos los pescadores que llegan a esa cifra. Sería más coherente un cupo por río, pero para eso hacen falta estudios e instalar contadores en la zona baja, y hay opiniones de que cualquier obstáculo puede modificar las poblaciones de un río con los años.
-¿Es partidario de la pesca sin muerte tal cual está reflejada en la normativa?
-No, no beneficia a la especie. El período de principio de temporada no vale para nada, los peces que no se pescan en marzo y abril se van a coger el día de la apertura de la pesca con muerte, eso lo sabemos todos los pescadores. También es perjudicial la mala manipulación de los peces en la pesca sin muerte y muchos mueren durante la pelea. Además, el que quiera puede practicara durante toda la temporada, no es necesario que te obliguen para devolver un pez.
-¿Es partidario de alargar el período de pesca con muerte?
-Sería bueno volver a las fechas de apertura tradicionales, en marzo, el Campanu sería más Campanu, y evitaríamos que se convierta en un rally como sucede ahora muchas temporadas. El cierre de la temporada a cebo podría ser el 30 de junio, creo que respetando estas fechas quedarían salmones en el río para el desove. Así también alargaríamos la temporada de cebo, que ahora es muy corta. Muchos salmones entran en otoño con la temporada cerrada, y son los que aseguran un buen desove.
-¿Cómo ve las poblaciones de trucha del Narcea?
-Críticas. Es algo muy preocupante, y eso que hoy día la calidad de las aguas es buena, nosotros realizamos muestreos de calidad y el resultado fue bueno. Los cormoranes hacen muchísimo daño, desde septiembre ya se ven bandos de 20, 30 e incluso más ejemplares, y causan innumerables bajas. Nosotros repoblamos en la zona de Cangas del Narcea, en el río Naviego y afluentes. Allí la población está más saneada, se ve mucha trucha.
-¿Qué planes de repoblación tienen?
-Tuvimos un problema con la riada, nos llevó la estación de alevinaje. Nos costó mucho esfuerzo, humano y económico, reparar toda la infraestructura y ponerla de nuevo en marcha, pero aprovechamos para ampliar las instalaciones. Ahora mismo tenemos capacidad para embrionar 500.000 huevas, y para criar unos 400.000 alevines. Muchos reproductores murieron con esa riada, pero conseguiremos más, esperemos que al menos 150 entre machos y hembras.
