Adolfo Pulgar no seguirá en el Marino la próxima temporada por "desavenencias deportivas" con el presidente, Luis Gallego, según sus palabras. La noticia sorprendió en el fútbol asturiano porque el técnico de Olloniego (59 años) llegó a Miramar con vocación de futuro y apenas estuvo un año en el banquillo.

-¿Se va porque no metió al equipo en el play-off

-Bueno, ese objetivo lo marqué yo. Luis Gallego me buscó para un proyecto a 2-3 años y tratar de ascender el último año, y por ese proyecto dejé el Tuilla. La intención era hacer un buen equipo con 40.000 euros menos aunque superior como bloque a las individualidades de otro años, pero noté que él no estaba en ese hilo y por eso me voy.

-¿Hubo entonces un poco de impaciencia en el presidente?

-Ante todo quiero dejar claro que estoy muy agradecido a Luis por llamarme, pero creo que esto necesita un tiempo, no largo, porque si este año se hicieron 75 puntos y se potencia el equipo se conseguirá pronto, aunque hay que bajarse de la nube y darse cuenta de que el Marino no está a nivel de presupuesto de otros años por los recortes. Y así es complicado porque se entrena por las mañanas como profesionales pero no se puede pagar a los jugadores como profesionales.

-¿Se va dolido con Gallego?

-No. La relación es muy buena en lo personal, aunque discrepamos en otras cosas. Lo único que no me gustó fue que lo viera todo negativo o frases como que si se metían en el play-off los filiales, el Avilés y el Langreo era buena campaña del Marino y si se metían otros, no. No lo entiendo porque hay que respetar al Tuilla, que hizo más de 80 puntos por méritos propios. Nunca vi un mensaje positivo del presidente, y nunca bajó al vestuario para dar ánimos incluso en partidos como el Oviedo B que merecimos ganar. Se lo dije personalmente, y creo que tiene que darse cuenta de las circunstancias porque no hay jugadores de mil euros.

-¿Cómo define el año?

-Positivo en todo porque cada año aprendo algo y en el Marino hicimos una buena estructura de equipo con menos presupuesto y no me queda nada negativo. Es verdad que me duele no poder seguir con el proyecto, porque conservando la base que hay y mejorándola con cuatro o cinco jugadores haríamos un grupo potente para el próximo año, pero estoy contento y tranquilo porque hicimos un bloque muy joven y comprometido, con un vestuario sensacional y cohesionado, que es importante para sentar unas bases de futuro.

-¿Cómo se queda después de hacer 75 puntos y no meterse entre los cuatro primeros?

-Mal porque es una puntuación que todos habríamos firmado en julio. De hecho, con esos puntos habríamos entrado en 15 de los 18 grupos, en tres seríamos líderes y en muchos segundos. Eso demuestra que la temporada fue muy buena, pero los primeros de nuestro grupo hicieron muchos puntos porque fueron mejores y hay que felicitarles.

-¿Notó el equipo la profunda renovación que sufrió al seguir sólo cinco jugadores del año anterior?

-Yo creo que en general se notó la falta de experiencia para luchar por objetivos importante y algunos jóvenes empezaron titubeantes porque no tienen la presión de estar peleando por una liguilla y a los chavales les pesa. Fue el caso de Coutado y Omar Fernández, que querían hacer tanto cuando salían que erraban más de la cuenta pero ahora están a buen nivel tras asimilar las cosas porque tienen calidad y el año que viene estarán maduros. También nos pasaron factura las lesiones, pero eso es fútbol.

-¿Seguirá entrenando?

-Si puedo si porque sin el fútbol no vivo. Llevo entrando 30 de mis 59 años y es lo que me gusta tanto dando clases a los futuros técnicos como entrenando. Me gusta aprender de los alumnos, que aprendo muchísimo, ir a congresos y estar metido en esto.

-¿Y para concluir?

-Resaltar que estoy muy sorprendido y agradecido por la cantidad de apoyos que me dieron socios que no conozco y que entendieron lo que hacía falta este año al Marino. Muchos apoyos por el trabajo y el camino hecho.