"Sé que será difícil, es el mejor jugador de la historia en tierra y está jugando bien. Pero lo voy a intentar. Estoy jugando bien, tengo confianza". Con esta actitud afronta Pablo Carreño los cuartos de final de Roland Garros, que le enfrentarán al todopoderoso Rafael Nadal.

El gijonés calificó su victoria contra Raonic como "la mejor de mi carrera" y se justificó por las lágrimas. "Por la forma en que se ha ganado, ha sido dramático, se te vienen pensamientos, emociones, no sabía cómo llamarlas y he llorado. Necesitaba soltar la emoción", indicó, antes de agregar: "No sólo he pensado en mi, también en mi equipo, en mi familia, en mis padres, que se han tenido que ir en el tercer set para tomar el avión a Asturias".