La afición mierense vuelve a tener a uno de sus ídolos en el Hermanos Antuña. El Caudal presentó en la tarde a ayer a uno de los jugadores más queridos de la última década como es Borja Navarro. El gijonés regresa al Caudal tres años después de su salida con destino al Albacete y lo hace "más ilusionado que nunca".

Borja Navarro llegó a Mieres en el curso 2012-2013 y en el mercado invernal de la siguiente campaña, la 2013-2014, se marchó al Albacete, con el que subió a Segunda. Luego pasó por Compostela, Pattaya tailandés y Almería B hasta recalar en el Chiangmai, del que se desligó el pasado diciembre. En esa temporada y media en el Hermanos Antuña el jugador logró conectar con la exigente afición mierense siendo uno de sus jugadores favoritos. Precisamente este cariño es que el le ha hecho "tomar la decisión de volver. En el Caudal siempre me he sentido como en casa y tenía claro que quería volver. Por eso sólo puedo darle las gracias al club, al presidente y a Paco Fernández por darme esta oportunidad".

Navarro se mostraba aún más ilusionado "pensando que esta temporada podremos celebrar el centenario de la entidad. Es increíble. Me siento un privilegiado por poder vivir esto y ahora sólo me queda trabajar para poder hacer que la gente se siente orgullosa de nosotros".

El gijonés vivió en Mieres la gloria de jugar unos play-off de ascenso en el curso 2012-13 pero "será complicado repetirlo. Vamos a trabajar para hacerlo, aunque lo primero es sellar la salvación y luego ver a dónde podemos llegar porque creo que el club va a hacer un buen equipo".