El CD Serranos, un equipo de barrio de Valencia, decidió despedir al entrenador de su equipo alevín por permitir que sus jugadores endosaron un humillante 25-0 al Benicalap C, otro club valenciano. Lo sucedido con este equipo, que acabó la temporada sin ningún punto, abre el debate de qué se puede hacer en las categorías inferiores cuando existe demasiada diferencia de nivel para evitar goleadas tan exageradas.