Dos de noviembre de 2003. El Real Oviedo todavía está acostumbrándose al barro de la Tercera División. Es la jornada 10 cuando el conjunto de la capital del Principado rinde visita al Sotón, el campo de la Sociedad Deportiva Lenense. Poco se estaba hablando hasta el momento de Diego Cervero. El delantero no contaba demasiado en los planes del equipo. Pero ese día se reivindicó con una actuación estratosférica. Con cuatro goles, los primeros que hacía con la camiseta del primer equipo carbayón, el delantero no sólo le daba los tres puntos a los suyos. Sino que además, colocaba por primera vez al Oviedo como líder del grupo II de la Tercera División.

Una fecha mágica que hoy el atacante ha recordado en la visita al campus que actualmente está celebrando el Lenense. Allí, Cervero ha compartido unos cuantos momentos con los participantes y se ha llevado el más curioso de los regalos: la escuadra de la portería donde marcó sus goles. Un presente que desde luego es de lo más llamativo.