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El río valdesano agoniza

La cuenca del Narcea-Nalón fue la más generosa con los aficionados durante la presente campaña. Se capturaron un total de 280 salmones, aunque supusieron un significativo descenso frente a los 365 de 2016, los 404 de 2015 o los 563 de 2014. Terminó a la cabeza de la tabla de capturas, pero no podemos decir que ha sido una buena temporada, ya que dicho registro se encuentra lejos, muy lejos, del verdadero potencial del río.

Las sueltas de la presa de Calabazos paliaron, en parte, la escasez de agua que sufrió toda la región durante la temporada. A finales de mayo y principios de junio recibió una tímida entrada de mayucos, lo que se tradujo en las mejores jornadas de la campaña. Ello, junto con las escasas capturas en el resto de ríos, propició que la afluencia de aficionados fuera masiva en las zonas libres, ejerciendo una presión brutal sobre los salmones. Los últimos días de la temporada ha recibido también entrada de añales, permitiendo aumentar las cifras definitivas. La mayoría de las capturas, como es habitual en el Narcea, se produjeron en la zona libre aguas abajo de Cornellana. EL mayor salmón fue capturado, y generosamente donado al Proyecto Arca, el 22 de abril, a cebo natural en la zona libre, dando un peso de 9,400 kilos. El coto con más salmones fue Juan Castaño con 5 ejemplares.

El Proyecto Arca finalmente recibió 17 salmones, más otros cuatro que por diversos motivos no pudieron llegar a la estación de alevinaje. Habiendo sido una temporada muy escasa en capturas, con menos salmones que las precedentes, queda claro que esta iniciativa está calando entre el colectivo de pescadores, y son cada vez más los aficionados que deciden implicarse en ella. Esperemos que dicha tendencia tenga continuidad en próximas temporadas, y aumente el número de salmones cedidos para su posterior desove artificial.

-¿Haga una valoración de la temporada?

-Nefasta. El Narcea todavía libró, ya que se sacaron más salmones que en todos los demás ríos juntos, pero los números finales son ridículos para el verdadero potencial del río y la línea es claramente descendente.

-¿Quedan suficientes ejemplares para el desove?

-Ahora mismo hay más salmones de lo que parece, y más de los que había el año pasado, pero nunca se puede decir que hay suficientes salmones para el desove. Un río como el Narcea no puede depender de que desoven 400 ó 500 ejemplares, es necesario apoyar con la repoblación, aumentar el número de alevines. En septiembre sabremos lo que realmente hay.

-¿Debería suponer esta temporada un punto de inflexión?

-Primero hay que tener claro qué es lo que queremos. Si es un río lleno de pescadores, con pocos peces y pocas posibilidades de coger un salmón, no hay que hacer nada. En caso contrario, la Administración tiene que dejar de tomar medidas estéticas, y de una vez por todas atajar el problema tomando decisiones para recuperar los ríos. Basta ya de medidas estériles que no llevan a ninguna parte.

-¿Hay que cambiar algo de cara al futuro?

-No es fácil saber qué tecla es la correcta, pero a los pescadores no se nos puede echar del río. Si se restringe el acceso, conseguiremos el efecto contrario; si hay más zonas acotadas habrá más presión en lo libre y más acumulación de pescadores. Tenemos el ejemplo del Navia.

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