Óscar Santos llevaba toda la semana con ganas de explicarse, tras ser señalado como tramposo y, por tanto, descalificado como ganador de C-1 en el Descenso del Sella. Por eso agradeció la llamada de LA NUEVA ESPAÑA, el primer medio que solicitó su versión de lo ocurrido el sábado día 5. El canoísta toma la palabra para justificar su llegada a meta nueve minutos antes que el siguiente C-1: dice que logró la ventaja con un porteo en la zona de Cuevas, donde el río llevaba muy poca agua. Admite que fue una maniobra irregular, pero desmiente haber utilizado dos canoas y una moto para ganar.

En sus casi veinte años en el piragüismo, Óscar Santos (Salamanca, 10 de febrero de 1982) nunca había hecho tanto ruido como en la semana post-Sella. Es un habitual del Descenso, que ganó en categoría juvenil y logró hasta un segundo puesto en senior. Este año lo afrontó por primera vez en un club asturiano, La Ribera Oviedo-Kayak, tras iniciarse en el Universidad de Salamanca y asentarse en el Iberdrola de Zamora. Llegó a Asturias por su plaza de profesor de Formación Profesional en Sotrondio y el curso que viene vivirá en Madrid.

Según su versión, la aventura del Sella 2017 empieza dos días antes del Descenso, el jueves 3: "En el penúltimo entrenamiento me encontré en el tramo de Cuevas, donde había muy poca agua, a unos pescadores que me dicen que hay un desvío, una isla, por la que se podía atajar mucho corriendo. Lo probé y, efectivamente, suponía una ganancia de entre cinco y seis minutos".

"No sabía seguro si lo iba a hacer o no porque el día del Descenso suelen soltar agua", añade Santos. "Pero cuando llegué a esa zona seguía muy seco, así que lo vi claro. En el reglamento de ríos y travesías, el porteo está permitido siempre que se haga por el cauce. Y la verdad es que me desvié bastante. Por eso, cuando los jueces me lo dijeron en Ribadesella, lo acepté. Aunque el motivo de la descalificación es porque llego a meta sin la pegatina con el chip de la canoa. Lo perdí en el porteo de La Boticaria. Una foto demuestra que lo llevaba en el paso por Llovio".

Justifica su silencio hasta ayer, precisamente, en la falta de pruebas para apoyar su versión. Y en que todo este lío le pilló buscando piso en Madrid. En todo caso, ya el sábado en Ribadesella se disculpó con sus rivales: "Pedí perdón a Diego Suárez, Javier Bernal y Pedro Areal, además de darles la enhorabuena por su gran Sella. Ahora también quiero hacerlo públicamente tanto con mis compañeros del Oviedo Kayak y en especial con David, el presidente", recalcando que no tuvo nada que ver con lo ocurrido. Precisamente para no perjudicar al Oviedo Kayak, Santos aceptó la sugerencia de su presidente y se dio de baja en el club.

Óscar Santos niega haber usado dos piraguas y una moto para sacar ventaja y espera la prueba definitiva: "Bajé mucho tiempo al lado de una K-2 del Club Natación Langreo que llevaba una cámara Go-Pro. Esas imágenes demostrarán que hice todo el recorrido". Después se olvidará del piragüismo por un tiempo, entre otras cosas porque en Madrid no lo tendrá fácil para entrenar.