El próximo sábado a las 18:00 horas, el árbitro habrá dado el pitido inicial y el Sporting y el Oviedo se lo dejarán todo en el campo por lograr los tres puntos y dar una alegría a sus aficiones. Pero en poco tiempo después todo habrá acabado y todo quedará en el césped. Esa es a actitud que determinados sectores reclaman ante el partido más esperado en los últimos 14 años en el Principado de Asturias. Tener un partido de fútbol donde la rivalidad se quede sólo en lo deportivo y el piqué sea sano. Tal y como reclaman algunos de los aficionados, que recientemente se reunieron para disputar una "pachanga" con las camisetas de sus equipos del alman: el clima de concordia fue lo que reinó en ese compromiso.