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Rivalidad sin fronteras

Jerkan y Ferrero, dos de los extranjeros más importantes de Oviedo y Sporting, echan en falta un "mayor número de asturianos" en las plantillas

Rivalidad sin fronteras

Son historia viva del fútbol asturiano y, aunque nacieron separados en el espacio y en el tiempo, les unen muchos rasgos en común. Algunos de ellos se descubren durante la conversación, siempre animada y respetuosa y a menudo coincidente. Enzo Ferrero Águila (Buenos Aires, Argentina, 3-1-53) y Nikola Jerkan (Split, Croacia, 8-12-64) hablan el mismo idioma, el del fútbol, el del respeto y la pasión, cada uno al abrigo de sus colores. En realidad, son mayoría los puntos de encuentro. Por ejemplo, la necesidad de que haya derbis, que "son buenos para el fútbol regional", o el desencanto por la escasa presencia de futbolistas asturianos en las dos plantillas. Lo dicen ellos, que vinieron de fuera, pero asimilaron como pocos la idiosincrasia local.

Ambos marcaron una época en sus equipos y, si ficharon por ellos, fue gracias al buen ojo de Enrique Casas, señalado como un magnífico secretario técnico por unanimidad. Vienen de países donde el fútbol se vive intensamente y tienen perspectiva para analizar el derbi asturiano. Y eso que ninguno entró a los derbis con buen pie. "Yo me perdí el primero por el fallecimiento de mi padre", lamenta Enzo Ferrero que sólo disputó uno en Primera, dos en Segunda y alguna eliminatoria de Copa. Jerkan cuenta con más experiencia en derbis, pero nunca olvidará que "a los pocos días de llegar me estrené en la Copa Principado contra el Sporting y me expulsaron con roja directa".

El mejor recuerdo de un derbi para el defensa croata fue "uno en El Molinón que ganamos con un gol de Carlos, pero en general fueron muy parejos todos los que jugué". En el caso del prodigioso extremo argentino no hay duda: "En Segunda, jugamos en el Carlos Tartiere en la penúltima jornada de Liga. Ganamos 1-2 con un gol mío en el último segundo que nos dio el ascenso. Ellos necesitaban un empate en la última jornada, pero no tuvieron suerte".

La conversación fluye ligera y ambos coinciden en lo sustancial. Por ejemplo, cuando plantean que "es un derbi más de aficiones que de futbolistas, ninguno de los que van a jugar lo han vivido" y remarcan su deseo de que "sea una gran tarde de fútbol". Al tiempo, avisan de que "los derbis no suelen dar partidos bonitos porque además de los tres puntos, se juega el prestigio". En este caso, consideran positivo que el calendario haya deparado tan pronto el derbi regional porque "así se pueden asumir más riesgos, ya que no tiene tanta influencia en la clasificación final".

A pesar de su condición de extranjeros, Jerkan y Ferrero lamentan el escaso número de asturianos en ambas plantillas. Cada uno centra su crítica en su equipo. "Soy extranjero, pero en Asturias siempre ha habido muy buenos futbolistas, incluso cuando estábamos en Primera", arranca el croata que no entiende como "en la época en que el Oviedo estaba en Segunda B había quince jugadores de fuera". Jerkan que se considera "un ovetense más" y señala que esta circunstancia le produce "tristeza". Enzo Ferrero coincide en el potencial del fútbol base asturiano porque hay futbolistas de la región "en equipos de toda España y de mucha Europa". El extremo argentino no entiende que "el Sporting tuve que tirar de la cantera por obligación hace dos años, le salió bien y ascendió y luego comete el gravísimo error de dejar irse a esos jugadores y hacer dieciséis fichajes".

En lo que no se mojan demasiado es en cómo llegan los dos equipos al enfrentamiento de máxima rivalidad. "Para el Sporting será el primer partido ante un rival de su misma ambición, porque los tres anteriores van a pelear por mantenerse", apunta Ferrero. Jerkan tira de prudencia y apunta que "el Oviedo fichó mucha gente nueva y va a necesitar tiempo". Ambas posturas se reencuentran en el elogio a los entrenadores: "Sin importantes, llevan mucho tiempo en la categoría y la conocen muy bien. Aportan carácter".

Como gente de fútbol que son viven la rivalidad como algo consuetudinario. "En Argentina un Boca-River se vive de forma tremenda, hay mucha más pasión que aquí, no tiene nada que ver", sostiene Ferrero. Jerkan añora los derbis de la antigua Yugoslavia: "Ahora son diferentes en la Liga croata, antes el gran rival Hadjuk era el Estrella Roja, también el Partizan o el Dinamo de Zagreb". El croata aporta otra óptica y señala como referencia el fútbol inglés "en el que hay mucho más respeto, nadie conoce al árbitro, es un juego duro, pero honesto".

Los tiempos han cambiado desde su época cuando la piquilla era más sana. Ellos señalan algunos de los responsables. "Aquí se ha mediatizado demasiado el tema del fútbol, ha perdido mucha objetividad y la prensa influye de forma partidista", denuncia el argentino. Por su parte, el exjugador azul entiende que "las redes sociales le sacan jugo a todo esto y calientan un poco el ambiente". Ferrero y Jerkan piden a los protagonistas del derbi que sean un ejemplo de deportividad.

La conversación se acerca a su fin y surge la gran pregunta que pone a prueba la rivalidad, por amistosa que sea: ¿Firmarían un doble ascenso? Enzo pide la pelota y va de frente a portería: "Me encantaría, pero es muy difícil. La Segunda es una categoría mala, que no la ve prácticamente nadie salvo los interesados. Y a la vez muy competitiva e igualada". El testigo lo recoge Jerkan. "Por supuesto que me gustaría el doble ascenso. El Sporting acaba de bajar y el Oviedo lleva dos años desaprovechando ocasiones privilegiadas", lamenta el internacional croata.

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