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"Antes había más arraigo y sentimiento en los derbis"

Veteranos de Sporting y Oviedo añoran más gente de casa: "Antes el partido era mucho más familiar"

Veteranos del Oviedo y el Sporting, ayer en La Fresneda J. RUS

"Los derbis antes eran más ilusionantes y familiares. Se vivían mucho". Lo recuerda Javier, exjugador del Oviedo en la década de los setenta, que lamenta que "ahora solo hay cuatro de la casa en cada equipo, y apenas hay continuidad, cada año se renuevan casi al completo". Una idea, que en un improvisado coloquio, también comparte el exjugador del Sporting Eloy Olaya: "Antes había mucho más arraigo y sentimiento en los derbis porque éramos casi todos los jugadores de aquí o de gente que llegaba de fuera en la etapa final de la cantera".

El derbi asturiano se juega también entre los veteranos de Sporting y Oviedo. En el campo de fútbol de La Fresneda, en el concejo de Siero, LA NUEVA ESPAÑA reunió ayer por un lado a los rojiblancos Juan Eraña, Alonso Miluca, Churruca, Eloy Olaya, Tati y Castaño; y por el otro a los azules Viti, Jerkan, Vicente, Quirós, Javier y Armando. "Esto es lo bonito del fútbol, que pasan los años, y seguimos siendo todos amigos, al igual que lo éramos cuando jugábamos", destaca el exrojiblanco Juan Eraña, que se muestra muy contento de poder ver de nuevo un derbi: "A Gijon y Oviedo este partido antes les daba mucha vida, y espero que ahora siga siendo igual".

Porque al encuentro de veteranos acuden todo en un clima de nostalgia, camaradería y sobretodo amistad. "En el campo podía pasar cualquier cosa, era el partido más importante del año, tremendamente disputado y solo querías ganar, pero con el partido se acababa todo y después manteníamos una gran amistad", dice Vicente González Villamil, presidente de la Asociación de Veteranos del Oviedo, que no duda en reconocer que "si había una disputa en el campo, intercedíamos todos para que después no fuese a más, y que desapareciese al finalizar el partido".

Generaciones y generaciones de futbolistas de ambos equipos disfrutaron de la fiesta del fútbol asturiano a lo largo de su historia. En diferentes categorías y también en contextos y situaciones dispares. "La trascendencia de este partido no era equiparable a la de ningún otro", recuerda Eloy Olaya, que lamenta que solo pudiera disputar el derbi una sola temporada. "Cuando subió el Oviedo en 1988 me fichó el Valencia y me perdí toda esa serie".

El ambiente de disputa bien entendida es uno de los mensajes que pretenden trasladar los veteranos. "Siempre había una gran rivalidad, pero sin riñas. Era un partido que esperabas con ansia", cuenta Alonso Miluca. "Un derbi es algo más que tres puntos. Ojalá en el futuro sea como antes, y lo vivamos en ese buen ambiente y de nuevo en Primera, porque sería muy bueno para la región", resalta el oviedista Jerkan.

La igualdad en los duelos de máxima rivalidad regional es la tónica predominante. Algunos como Alonso Miluca suma sus partidos por casi un pleno de victorias. Una situación muy parecida a la de Viti en el bando oviedista. "Tuve la suerte de sacar muy buenos resultados. El partido que más me impresionó fue el primero que jugué después del ascenso, que ganamos 1-0, y con el viejo Tartiere a reventar", rememora el exportero del Oviedo, quien indica que el mayor peligro en el bando rival se lo creó Lucho Flores. "Era el que más me daba la lata, el que más me hacía trabajar", añade.

Hubo derbis de todos los estilos. Trabados, alegres, con pocos y con muchos goles. Ahí es donde José Luis Quirós, que disputó cuatro temporadas el duelo de máxima rivalidad regional, pudo disfrutar del duelo más entretenido. "Estuve en el 5-4 a favor del Sporting en El Molinón", recuerda. "El derbi era un partido que se vivía de otra manera. Los jugadores nos conocíamos entre nosotros y éramos amigos. Los campos estaban siempre llenos y existían los clásicos nervios", subraya Quirós.

Aunque cada uno guarda su momento especial. El de Castaño fue el triunfo del Sporting 0-1 con gol de Juanele en 1993. "Pero lo que más recuerdo eran los derbis que vivía como aficionado más que como jugador. Para un asturiano no hay partido igual. Y es el que todo asturiano quiere jugar", destaca el exrojiblanco, que habla también de "la motivación extra y el ambiente especial que se vive ya en la semana previa con la piquilla existente".

Los derbis de finales del siglo pasado fueron muy intensos. No era para menos. A 1988 se llegó después de años de ausencia del duelo de máximo rivalidad regional. Algo parecido a lo que sucede ahora. Armando, en el Oviedo, fue uno de los que más lo disfrutó. "Notas el cosquilleo desde unos días antes", afirma. "Tengo en la memoria el 1-2 en El Molinón con el empujón de Avelino, otro 0-1 en Gijón, o cuando perdimos en el Tartiere con gol de Juanele", destaca antes de recordar la piquilla con "Tomás o Emilio" que, dice, "eran los que me tocaba cubrir, y porque ya nos habíamos enfrentado en las categorías inferiores y por eso era especial".

Una situación parecida la vivió Tati, que se fogueó sus primeros años en el Sporting con la disputa del Trofeo Principado, y que después se contagió con "la carga emocional de los derbis" y que además le producían una gran energía. "A mí me gustan los ambientes tensos, donde hay cierta excitación en la grada, vítores, cánticos, banderas, pancartas? Por mi forma de jugar intensa estaba acostumbrado a ir a campos en los que era objetivo de ciertos sectores, pero eso nunca me aplacó. Esa piquilla me daba alas", recuerda un Tati que querría vivir la sensaciones de los derbis todas las semanas: "Soy de los que le gustaría abonarse semana tras semana a ese ambiente".

A Churruca le despierta también interés volver a ver la sensación de tener al Oviedo y al Sporting juntos en un mismo terreno de juego. "Seguro que el ambiente cambiará mucho con respecto a mi época", afirma. "Hay tensión porque cada uno defiende sus intereses. A base de esa pasión, existe ese ambiente tenso, que te hace estar enchufado, pero lo que no es bueno es cuando todo se radicaliza. El derbi tiene que ser una fiesta", apunta a modo de conclusión Churruca.

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