La rivalidad del derbi también se traslada a la cocina. Para gustos los colores y los equipos. Y también los sabores. El derbi gastronómico se jugó ayer entre Pedro Morán y Pedro Martino, chefs de Casa Gerardo y Naguar. El primero preparó una ensalada rojiblanca, que constaba de "un pincho a base de bogavante y corazón de tomate, todo con tonos muy rojiblancos y con sabor a mar de Gijón". El segundo hizo un guiño a Oviedo con una elaboración que era "una rúcula salvaje con requesón de Pregondón, sopa de manzana al a sidra y turrón de avellanas".

Para ayudarles en el derbi gastronómico de pinches estuvieron los exfutbolistas Iván Hernández y Vicente Villamil. Al final lograron elaborar dos pinchos muy apetecibles que sirven para matar el gusanillo del derbi, con catorce años de espera, que han hecho la boca agua de ambas aficiones.

Ambos desde la cocina viven de forma intensa el derbi. Y no dudan en mojarse y dar un pronóstico. "Firmo la victoria del Sporting en el minuto 93 y con un gol de penalti injusto", señala Pedro Morán. "Pues yo veo un 1-2 para el Oviedo, que estamos yendo a más, y mejorando poco a poco", le replica a su lado Martino.

Los pronósticos entre los exfutbolistas son más moderados. En el caso de Iván Hernández no se moja. El que fuera jugador rojiblanco entre 2007 y 2015 espera "un buen partido" y lamenta "no haber tenido la suerte de vivir la sensación de jugar un derbi", ya que en su etapa no coincidieron Sporting y Oviedo en la misma categoría.

Vicente Villamil ve un partido muy igualado, y su pronóstico es de empate a un gol. "El Sporting ha empezado más fuerte y está un pelín mejor que nosotros, pero aún así veo al Oviedo creciendo semana a semana y con capacidad para salgo algo positivo de El Molinón", resalta quien fuera jugador azul entre 1971 y 1981.

El duelo de rivalidad entre platos tiene también su piquilla. Acaba en empate. El jurado del derbi gastronómico, organizado por Mahou en el restaurante La Buena Vida en Gijón, no se decidió por ninguna de las elaboraciones, y lo dejó abierto para la segunda vuelta. Pero entre los Pedros hubo alguna rencilla, de esas de rivalidad sana. "El tu pinchu lleva mucha pación", bromeó Morán. "Y el tuyo no es natural, es todo congelado", le respondió Martino.

Pero bromas aparte, ambos disfrutaron de la previa de un derbi que se presenta apasionante, tras catorce años de ausencia, y que como recalcaron Quini (que pasó a supervisar la cocina) y Vicente, viejos amigos, "el deporte debe estar siempre para unir y nunca para desunir".