Nuevo tropiezo para el Caudal de Mieres tras un encuentro realmente malo por las dos partes en el Stadium Gal. Los locales dominaron en el primer periodo, pero con escasas oportunidades de peligro, si bien un chispazo a última hora de Juan Domínguez era el uno a cero, un golazo de vaselina. En el segundo periodo pasó a controlar más el Caudal de Mieres, pero sin visión ofensiva ni brillantez, salvo en un disparo de Thaylor al larguero. Justo después, en una jugada embarullada y donde se pidió fuera de juego -de hecho el asistente levantó su bandera- Orbegozo hacía el dos a cero y la sentencia. Los de Paco Fernández siguen negados ante puerta.

Aburrida primera parte, donde el dominio correspondió casi siempre al Real Unión, pero con escasa claridad de ideas. El Caudal de Mieres estuvo bien metido atrás, tranquilo durante muchas fases ante la ineficacia vasca, y mostrándose como una escuadra aguerrida y bien ordenada. Jorge Galán remataría fuera la primera oportunidad clara del conjunto guipuzcoano. Los mierenses buscaban la velocidad de Thaylor, ex del Real Unión, como principal argumento de ataque, pero apenas se acercaron a la meta defensiva por Otaño. Perdía demasiado pronto el esférico, incapaz de combinar.

Y en medio de esta dinámica de sopo, Juan Domínguez recibía un esférico fuera del área y, viendo algo adelantado al portero del Caudal, acertaba con una preciosa vaselina para adelantar a los locales. Jarro de agua fría para los de Mieres y descanso.

La segunda parte fue igual de mala que la primera, si bien ahora fue el Caudal el que quiso llevar la voz cantante. Los de Paco Fernández dieron un paso adelante, moviendo sus peones bastante más arriba y tocando mejor en la zona ancha, donde Llano y Richard llevaban la manija del juego, siendo Thaylor el más activo y peligroso en el ataque.

Los locales perdían el balón de manera inmediata, firmando el Real Unión una segunda mitad penosa. Pero los de Mieres no acabaron de concretar ocasiones claras hasta el minuto 72, cuando Thaylor enviaba de zurda al larguero, y la respuesta de los locales resultó la sentencia. En una contra irundarra, acababa el esférico en saque de esquina, el balón quedaba muerto en el área chica y Orbegozo enviaba a las mallas. El asistente levantó su bandera, pero el colegiado dio el gol ya que pareció entender que el balón venía repelido por un defensa asturiano. De ahí hasta el final, el Caudal lo ha intentado, pero con muy pocas ideas hasta sellar una nueva derrota.