"Estamos todos marcelinizados". La confesión es de un jugador del Valencia que prefiere mantenerse en el anonimato y que refleja fielmente lo que se vive en estos momentos en el club levantino. Ciudad de extremos, Valencia se ha rendido a los pies de Marcelino García tras un comienzo de temporada que ha superado las previsiones de los más optimistas. Después de dos campañas amargas, que dejaron al equipo en el decimosegundo puesto y a Mestalla en pie de guerra, el Valencia es segundo y, además, sus partidos son un torrente de fútbol y goles.

El libro de Marcelino García ha calado de tal forma en el vestuario del Valencia que los jugadores aceptan todas las exigencias del equipo de trabajo del técnico de Careñes. Con Marce aterrizaron en Mestalla sus dos ayudantes habituales, Rubén Uría y el preparador físico, Ismael Fernández, a los que se ha unido el hijo del entrenador, Sergio García, que tras licenciarse en INEF ejerce de ayudante de Ismael. La colonia asturiana en Valencia se completa con el gijonés Zurdi, fisioterapeuta, y Jonathan Gómez, nutricionista.

Los jugadores del Sporting de sde 2003 a 2005 pudieron comprobar la obsesión de Marcelino e Ismael con el peso. La báscula dio más de un disgusto a aquellos que no se atenían a la dieta adecuada. Por eso han contado con especialistas en alimentación en todos los equipos y decidieron incorporar a Jonathan, hijo del exoviedista Ondina y centrocampista del filial rojiblanco que dirigió Marcelino, en el que destacaban David Villa y Pablo Álvarez.

El Valencia ha resuelto muchos de sus partidos en los últimos minutos, lo que habla bien del trabajo de Ismael Fernández y Jonathan Gómez. Casos como el del italiano Zaza, que llegó mediada la pasada temporada con unos kilos de más, ilustran la importancia de estos detalles. Pero, por encima de todo, en Valencia elogian la capacidad de Marcelino para armar una plantilla y un equipo a la altura de las expectativas del Valencia.

Marcelino consiguió ventilar el vestuario con la marcha de veteranos como el guardameta Diego Alves o el centrocampista Enzo Pérez, además de otros jugadores que no entraban en sus planes. Todos sus fichajes están rindiendo a gran altura, especialmente el guardameta Neto, los centrales Gabriel y Murillo, y los centrocampistas Kondogbia y Guedes. Pero el cambio más llamativo es el subidón de rendimiento de jugadores que la afición valencianista había sentenciado, como Parejo, Rodrigo y Santi Mina.

Otro detalle de la marcelinización del Valencia es la cantera. A Carlos Soler, titular indiscutible, se han unido los defensas Lato, Jiménez y Nacho Vidal.