En estas tres semanas, Pablo Carreño se jugará sus opciones de convertirse en el primer tenista asturiano de la historia en el torneo de Maestros, que reúne en Londres a los mejores ocho jugadores del año. Carreño empezará a defender mañana en Moscú los 250 puntos que sumó en 2016 al proclamarse campeón de la Copa Kremlin. Los necesita para seguir en el grupo de elegidos, ya que aunque figura en el noveno puesto de la clasificación, la lesión de Stan Wawrinka le permite estar en el grupo de los elegidos. El norteamericano Sam Querrey, que no defiende puntos, y el sudafricano Kevin Anderson son las principales amenazas para el sueño londinense del gijonés.

El buen final de temporada de Carreño el año pasado se le puede volver en contra ahora. Sumó 340 puntos en los tres últimos torneos de 2016, por los 225 de David Goffin, que le precede en el ranking, y los 65 de Anderson. Es una gran oportunidad para todos ellos, ya que tres habituales del "top 10", Novak Djokovic, Andy Murray y Stan Wawrinka, están lesionados y no podrán participar en el torneo que cierra la temporada.

Como cabeza de serie número uno, Carreño no empezará a jugar en Moscú hasta mañana, en octavos de final. Se enfrentará al ganador del partido que enfrentará hoy a los rusos Andrey Kuznetsov y Daniil Medvedev. Por su lado del cuadro, el jugador más peligroso a priori es el alemán Philip Kohlschreiber, número 32 del mundo.

La semana próxima, el asturiano tiene una cita con el torneo de Basilea, donde el año pasado cayó en octavos. Rafa Nadal anunció ayer que renunciaba al torneo suizo para descansar de cara al Masters 1000 de París-Bercy. "Tristemente tengo que deciros que no participaré en el torneo de Basilea tras ver a mi médico en España a mi regreso de Shanghái", anunció Nadal a través de su página oficial en Facebook, donde explicó que sufre "una carga de estrés en la rodilla (over stressing)". Nadal, junto a Federer, Zverev y Thiem son, por el momento, los únicos con billete para Londres.