Aarón Candanedo esperaba ilusionado, como todos sus compañeros del Asturhockey, el debut en la OK Liga, pero de momento le toca sufrir. Es, de largo, el portero más goleado de la máxima categoría, veinte goles en dos partidos. Pero tiene atenuantes: el calendario ha deparado al equipo de Grado un inicio contra los dos principales aspirantes al título. Y el tercero, el Reus, visita el sábado (20.30 horas) el polideportivo de Grado.
"Tiene que servirnos de aprendizaje", explica Candanedo en referencia a las derrotas frente al Barcelona (1-9) y Liceo (11-1). Dos goleadas que, según el guardameta, no tuvieron mucho en común. "La del Barça fue engañosa porque estábamos 1-3 a falta de trece minutos. En La Coruña salimos con demasiado miedo al rival. Fuimos muy blandos en defensa y el Liceo es un equipo que te arrolla físicamente. Nos llegaron muchísimo".
Candanedo lleva esta lluvia de goles "con un poco de resignación. Soy positivo y creo que que esto me vendrá bien. Haber tenido tanto trabajo me servirá para los próximos partidos, cuando juguemos contra equipos de nuestra liga". Tras la visita del Reus a Grado, el Astuhockey jugará en la cancha del Alcoy, donde el portero espera un partido más competido, "aunque le ganaron por 6-2 al Voltregá".
Tras seis temporadas en Primera Nacional, Candanedo era consciente del salto que suponía la OK Liga. Y, pese a estos primeros resultados, apoya la política del club: "Se barajó traer algún jugador importante cedido, pero al final decidieron mantener la base del equipo con dos fichajes de jugadores asturianos". Aarón confía en la respuesta de sus compañeros y en la capacidad de su entrenador, David Miranda, "el mejor que tuve en mi carrera".
Además de jugar con el Asturhockey, Aarón Candanedo entrena a los porteros de los equipos inferiores del club y estudia Contabilidad y Finanzas. Se plantea, por encima de todo, disfrutar de la temporada codeándose con la elite, "aunque también me gusta sufrir ganando". Cree que lo conseguirán pronto porque ve la mejor predisposición por parte de todos: "Intentamos picarnos para que los entrenamientos sean duros. Soy muy exigente, tanto que me llaman "el vinagre". El entrenamiento del miércoles fue muy duro de defensa. Necesitamos ser más fuertes en los bloqueos, agarrar como nos hacen a nosotros".
