"Mi objetivo es terminar". Tranquilo y con humildad, el llanisco Fernando Santoveña Rozada afrontará mañana uno de los sueños de su vida: correrá la maratón de Nueva York. Este trotamundos de 42 años se aficionó a las maratones hace dos años, cuando un amigo triatleta le animó a participar en la de Barcelona. Desde entonces no ha parado (literalmente) y ya ha participado en las de Lisboa, Roma... Y ahora Nueva York. Deporte y turismo al cincuenta por ciento.

Se ha ido a los Estados Unidos con su mujer, Mónica Coro, y su hijo Pelayo. "Esta maratón, desde un principio, era de las que había que hacer y desde el primer momento me apuntaba cada vez que se abría la inscripción", señaló ayer el llanisco, pura fibra, desde la ciudad de los rascacielos.

Las primeras veces pagaba cinco dólares por el derecho a que le metieran en el sorteo y como no le tocaba nunca, optó por intentar hacer la marca exigida para entrar directamente, para su rango de edad: 2 horas y 58 minutos, veinte minutos menos que el registró de su primera maratón", un poco exigente pero con entreno se consigue". En Valencia consiguió hacer 2:50. Reto conseguido. No es barato correr en Nueva York: la inscripción a la carrera fueron 360 dólares, mucho más de lo que estaba acostumbrado a pagar, entre 40 y60 euros. A finales del año pasado le mandaban la confirmación de la inscripción para la prueba neoyorquina y en marzo se lesionó, lo que le obligó a permanecer sin correr hasta mediados de septiembre. Llega, por lo tanto con solo 6 semanas de entrenamiento. "¡Veremos como responde el físico!", exclama.

Este vecino de Posada de Llanes es un entusiasta de la bicicleta. Ha practicado el ciclismo desde chico, pero de correr, nada, hasta hace un par de años; si acaso, detrás del balón, señala. El caso es que la ha cogido tanto gusto a lo de trotar que ahora no hay quien lo pare. Normalmente corre cuatro días, en total, entre 60 y 80 kilómetros semanales. Lo habitual es que haga uno de activación (70 u 80 minutos de carrera), dos de series y el último de fondo (entre 25 y 32 kilómetros).

Resalta que lo peor de todo es "la dieta". Hace un par de años confesaba que su sueño era correr la maratón de Nueva York. Mañana será el gran día.