El técnico caudalista le ha mandado un órdago a sus jugadores para que reaccionen ante la final del domingo en el Hermanos Antuña, a las seis y media de la tarde, ante el Izarra. Un órdago que ha sido secundado por el presidente, Roberto Ardura, quien no se escondió y recalcó que "del Caudal no se va a reír nadie, quiero gente dispuesta a trabajar por el Caudal porque veo en el campo y por la calle a aficionados de toda la vida que sólo les queda llorar y me dicen que no quieren ir al fútbol y eso no lo voy a consentir a nadie". Ardura confesó que "sólo queremos gente involucrada. El que no lo esté se irá que no lo dude nadie".

El presidente caudalista destacó que "hemos mantenido reuniones con los capitanes en las que les he expuesto que necesitamos un cambio radical y que queremos gente comprometida pues se van a acabar cargando al entrenador y no sería justo". Ardura confía en esta reacción y confiesa que "he visto a Paco con rabia y ganas de demostrarme que lo puede sacar adelante, ojalá empiece una buena racha".

Paco Fernández tendrá una última oportunidad como entrenador del Caudal. El entrenador acordó en la madrugada del miércoles con el club, después de reuniones y horas de llamadas, seguir un partido más en el banquillo. Su continuidad está sujeta a una ineludible condición: si no gana al Izarra en el Hermanos Antuña (18.30 horas) dimitirá y dejará de ser técnico del club mierense, que este año celebra su centenario. "Si no somos capaces de ganar el domingo dimitiré. No quiero ser un estorbo para el Caudal", señaló ayer a este periódico el preparador. Paco, no obstante, confía en ganar y superar la crisis: "Tengo plena confianza que ganaremos y que seremos capaces de revertir esta situación", dijo. El conjunto mierense está en descenso tras una racha de siete derrotas consecutivas.

Después de un punto de los últimos 24, todos los focos se ha puesto sobre Paco. El traspié el domingo pasado ante el Peña Sport, que no había logrado ninguna victoria, desató los acontecimientos. El lunes, el presidente de la entidad, Roberto Ardura se reunió con Paco en busca de una solución. Sobre la mesa estuvo la posibilidad de que abandonara el banquillo, pero entrada la madrugada del miércoles, casi a la una de la mañana, se acordó la solución: Dimisión si no hay victoria.

Con esta decisión, la presión se torna ahora sobre la plantilla, un equipo que fue confeccionado por el propio Paco. El técnico sigue confiando en el plantel. " Estoy seguro que este equipo va a reaccionar y que será capaz de sacar adelante esta situación", dijo. Eso sí, el ovetense matizó que "si no somos capaces de ganar, pero que estoy seguro que ganaremos, yo me aparto y dejo que sea otro el que pueda salvar al Caudal porque es el momento de pensar en el club y más que nada por este ambiente negativo que hay; sino no me apartaba".

El técnico confesó que "lo sencillo era haberme ido la semana pasada, pero si tengo que irme quiero que sea en mi campo y ante la gente que siempre me ha apoyado porque al Caudal le tengo mucho cariño y sólo quiero lo mejor para el club".

El domingo el conjunto mierense tendrá una final en el Hermanos Antuña ante su gente. Paco también podrá llegar a su final. El que puede ser el último encuentro como entrenador blanquinegro para el hombre que llevó al club a vivir la mágica campaña 2012-13.