A IQ Finanzas, con el chileno Álvaro López a la cabeza, le apura el tiempo. El grupo anunció al inicio de la presente temporada la compra del Cacereño, en pleno lío por la gestión del Avilés, pero reconoce que el cambio de titularidad, de manos del anterior máximo accionista, Doblas, a las del grupo financiero mexicano no se ha firmado. "Estamos en proceso. En Cáceres hicimos un contrato con varias fechas y estamos siguiendo el plan, pero algunas personas están muy ansiosas", señala.

Y es que mientras afirma que pese a ese trámite "burocrático" ya está trabajando en el club extremeño como si fuera el dueño oficial, mira de reojo al proceso judicial que tiene abierto en el Real Avilés. "Nosotros no teníamos programado comprar el Cacereño. Todo se dio a las prisas y en medio del desastre del Avilés con más de 500.000 euros en gastos y abogados y sin ingresos. He tenido que reorganizar todo y eso ha tomado tiempo", sostiene el empresario, que afirma que han logrado avanzar en la gestión del Cacereño y espera que en 2018 ya se note la mano del grupo. Mientras, en Cáceres ya hay voces que desconfían de que el cambio en la propiedad del club se lleve a cabo y no termine en la misma situación del Avilés con la lucha por la gestión entre el grupo mexicano y el club.

En ese sentido, el chileno confía en ganar la contrademanda que ha presentado en el juzgado de Avilés contra la presentada por el Real Avilés y así despreocuparse de esta situación y, seguramente, invertir el dinero de una posible indemnización en el club extremeño. "Contra Tejero o quien resulte responsable, pusimos una demanda por estafa, porque nunca pudimos administrar tranquilamente según lo que se pactó en el contrato", recuerda López, una versión que difiere de la que presenta el club, que le denunció por incumplir el contrato.