No acapararon los focos de las grandes estrellas mundiales, ni tampoco lograron colgarse al cuello una de las prestigiosas medallas de la Olimpiada de Barcelona 92', pero su papel era indispensable. Los voluntarios, técnicos, deportistas y jueces asturianos se reunieron ayer en el paraninfo de la Universidad Laboral para celebrar el 25º aniversario de la cita olímpica que cambió sus vidas. "Fue la mejor etapa de mi vida con mucha diferencia, una experiencia única, éramos muy jovencitos cuando fuimos y te marca para siempre", resumía María José de la Cruz, un de las voluntarias en la ciudad condal.

Todo fueron grandes recuerdos, así como las muestras de aprecio y los efusivos abrazos que reflejaban el bonito recuerdo de una etapa inolvidable. Algunos, como el director general de deportes del Principado de Asturias José Ramón Tuero tuvieron el privilegio de desfilar en el ensayo general con el equipo polaco y otros, de ver in situ finales para el recuerdo como el oro alcanzado por la selección española de fútbol.

Los recuerdos se sucedieron a medida que las diapositivas iban apareciendo reflejadas en la pantalla. También hubo tiempo para las anécdotas o para contar los puntos de vista de cada protagonista, siempre con un brillo en los ojos especial. "Me acuerdo bastante bien de casi todo lo que viví, recuerdo como Herminio Menéndez se paró a conversar con los asturianos, fue increíble", asegura Alberto Espí, que se encontraba en el recinto hípico.

Grandes amistades que prevalecen después de un cuarto de siglo se volvieron a encontrar en el camino, en Gijón, en la Universidad Laboral. El voluntario y actual periodista Pablo Pedraz marca la misma línea que sus compañeros con una vivencia inigualable y saca a la luz alguna de las anécdotas que pudo vivir en primera persona. "Los asturianos nos ayudábamos para entrar a determinados eventos y gracias a ello pude ver la final de fútbol y la censura", comenta el por entonces encargado de controlar el acceso del pabellón en el que se jugaba a voleibol. En esa cancha se encontraba Juan Carlos Robles.

El gijonés disfrutó desde otro punto de vista de las Olimpiadas, de las que considera que "fueron un éxito, el sueño de mucha gente, incluido el de los voluntarios que siempre estuvieron a nuestro lado". Barcelona 92' unió una gran familia que ayer se reunió por Navidad.