La carrera tenística del asturiano Pablo Carreño sigue ganando en épica. A base de esfuerzo ha ido ascendiendo puestos en el ranking ATP, creciendo notoriedad y situándose entre los mejores del circuito. Y, ahora, también mete bolas imposibles, a la altura de los mejores de la historia.

Y si no, que le pregunten al público australiano, que no tuvo más remedio que ponerse en pie y dejarse la piel en aplausos ante el golpe de raqueta imposible con el que Pablo Carreño se llevó el primer set de juego ante el francés Gilles Simon, que terminó retirándose en la segunda manga.

El gijonés logró así su pase a tercera ronda, pero, además, quedará en el recordatorio del Open de Australia con el mejor punto en lo que va de torneo. Será difícil que en lo que queda de este Grand Slam pueda alguien mejorarlo...

Tras su servicio, el punto se dirime con ambos jugadores subiendo a la red hasta que el galo consigue rebasar a Carreño, que no se da por vencido, corre hacia atrás y se marca un globo de espaldas, girando la muñeca hasta el extremo y colocando una bola ajustadísima para llevarse el set.

¿Y cómo se lo tomó él? Con su punto de humildad y seriedad habitual. "Ahora saldrán vídeos del golpe, hablarán de eso, me preguntarán mil veces en el vestuario 'qué leches hiciste', 'qué suerte tuviste', 'cómo lo has hecho'... Nos reiremos un rato seguro", bromeó Carreño tras el partido. El gijonés cree que " al final es anecdótico un punto así". Y agregó: "No es lo normal. No voy a llegar a la final del Abierto de Australia ganando puntos así cada día. Pero bueno, es bonito. Es divertido. Me he reído también un poco por incredulidad, de ver dónde cayó la bola".