El Avilés llegó ayer a un acuerdo con el Langreo para la cesión de Jairo Huerta al club blanquiazul hasta el final de la temporada. Hasta diez equipos preguntaron al conjunto langreano por el fino extremo lavianés, pero el futbolista se decantó por el club avilesino porque, explica, "aunque está en una situación que no gusta a los jugadores, el director técnico (Alan Menéndez) me transmitió tranquilidad en todos los sentidos porque se están intentando hacer las cosas bien otra vez".

Jairo apostó por el escaparate que significa el Avilés al ser uno de los clubes más importantes de Asturias y confía en que el equipo levante pronto el vuelo. "Lo primero ahora es salir de la zona baja de la tabla y en los próximos años seguro que va a volver a estar más arriba de Tercera. Eso es lo que me llamó la atención del proyecto".

A nivel personal, promete trabajar para "rendir al máximo" porque, explica, "voy a jugar al fútbol, que es lo que más me gusta, y me tengo que centrar en el campo no en otras cosas".

Atrás quedan dos años y medio en el Langreo y asume que "fue un poco triste", pero piensa que "lo mejor para mi ahora era salir porque después de una lesión tan larga necesito minutos y encontrar sensaciones para sentirme futbolista otra vez, y creo que en el Langreo no lo voy a tener". Y es que Jairo rompió el ligamento cruzado de la rodilla izquierda a finales de mayo del pasado año entrenando con el Langreo en Mareo para preparar el play-off contra el Almería B. "La lesión está olvidada y creo que una semana podré jugar porque estaba entrenando con normalidad y no me duele, ahora tengo que coger ritmo poco a poco". El nuevo jugador blanquiazul entrenará esta mañana (10.30 horas) en La Toba a las órdenes de Xiel con sus compañeros, entre ellos Luis Nuño, con el que coincidió el pasado año en el Langreo.