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Con el rival en casa

Familias asturianas divididas entre el Oviedo y el Sporting soportan la espera del derbi con deportividad, entre bromas y piquillas mutuas

Casados con el rival

Casados con el rival

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Casados con el rival José Luis Salinas

El derbi ya calienta en la casa de los asturianos. La piquilla está estos días a la orden del día en muchos hogares que están divididos por el azul del Real Oviedo y el rojiblanco del Sporting de Gijón. Matrimonios, hermanos, padres e hijos y primos que aguardan entre bromas y algunos también con tensión el pitido inicial del cántabro José Antonio López. Toca el domingo, a las seis de la tarde.

Es el caso del matrimonio que forman Alfonso Testón, rojiblanco de hondas raíces familiares, y María Martínez, que es carbayona por parte de madre y padre. Pese a la fuerte rivalidad, la sangre nunca llega al río. No pasan de la piquilla, aunque tampoco rehúyen nunca entrar en el debate futbolístico en el salón de su casa. Los fines de semana la pareja se divide entre el Carlos Tartiere y El Molinón, y siempre hay algún que otro reproche para el perdedor de la jornada. Si lo hay. Lo que peor llevan, aseguran, es no poder irse de viaje juntos en los desplazamientos de sus respectivos equipos.

En una situación similar están Jesús y José Luis Suárez. Son hermanos y ambos profesores de profesión, pero los separan sus gustos futbolísticos. El primero es del Sporting y el segundo del Oviedo. Ambos acérrimos y socios de sus respectivos clubes. Hay piques, reconocen, pero siempre con respeto y sin llegar nunca a perder la compostura. "La piquilla es inevitable, son cosas del fútbol", asegura el primero.

Lo mismo ocurre entre Javier Fernández y Rocío Díaz, primos y naturales de Santa Eulalia de Morcín. Él, carbayón convencido, y ella, del Sporting, como la mayoría de su familia. Le viene en la sangre, dice Díaz, que se quedó a las puertas de poder ir al derbi de la primera vuelta en El Molinón.

Historias similares como las que se recogen en estas páginas conviven estos días en las casas de los asturianos.

Amor entre adversarios

Testón: "Intentamos no dejarnos llevar por el ambiente más radical" l Martínez: "Yo soy más cañera"

MartínezDurante la boda nada de himnos. Ni cánticos futbolísticos. Ésa fue la única instrucción que Alfonso Testón y María Martínez les dieron a sus respectivas familias el día más importante de su vida. No querían líos ni discusiones. Todos los familiares de ella, profesora de profesión, son oviedistas, la mayoría socios y asiduos al Carlos Tartiere. Al contrario, la de él, que trabaja como economista, es de sangre sportinguista, también de los de carné y que frecuentan cada quince días El Molinón. Aunque en casa no rehúyen el debate, a diferencia del día de la boda. "Solemos hablar de fútbol porque a los dos nos gusta, pero intentamos no llevarnos por el ambiente más radical", dice Testón. Martínez añade: "Yo soy más cañera para este tema".

Ya felizmente casados, los dos viven juntos en Oviedo. "La verdad es que la vida era más tranquila cuando no estábamos en la misma categoría", señala Testón, "ahora hay más roces, más piques y algo más de discusión". "Lógicamente, al estar una o dos categorías por encima todos los problemas del Oviedo los veía como más alejados, desde la distancia", asegura el economista. Pero todo eso se esfumó por completo esta campaña.

Para esta joven pareja el fútbol estuvo presente desde la primera cita hace ya 14 años. Era una época en la que tanto Oviedo y Sporting estaban en el fútbol profesional. Días felices. "Le di a probar un chupito que se llama ´Sporting a Segunda B´. Logré que lo bebiera", señala Martínez. Al final, "salió al revés", replica Testón. Fueron los carbayones quienes bajaron.

El anterior derbi ninguno lo vio en directo. Él estaba de viaje de trabajo fuera de España y ella de vacaciones en el Sur. "Casi agradecí estar un poco más alejado de la tensión porque lo vives más tranquilo", señala él.

En cada cena o comida familiar, explica Martínez, el Oviedo y el Sporting suelen estar presentes y ser un tema de conversación recurrente. "Muchas veces nosotros somos los que tratamos de cambiar de tema", destaca, "mi hermana, por ejemplo, es muy del Oviedo y, por el contrario, su hermano es muy del Sporting. Son todos muy forofos por los dos lados". Son una familia dividida por los colores futbolísticos.

Pese a que en lo futbolístico hay división de opiniones entre el azul del Oviedo y el rojiblanco del Sporting, Testón aclara que ambas familias "se llevan muy bien desde siempre". A lo que ella apunta que "muchas veces es que a nuestra familia le va la fiesta".

Los dos son socios de sus respectivos equipos y asiduos al campo. Casi nunca faltan a su cita en el Carlos Tartiere o en El Molinón. Así que cuando el Oviedo o el Sporting juega en casa cada uno se va por su lado. "Yo me voy al fútbol con mi padre, mi madre y mi hermana, que es con los que voy siempre, y es algo que no puedo compartir con Alfonso", señala. Pero cuando el árbitro pita el final la reacción de uno y otro depende del resultado. "Si perdemos siempre me lo recuerda, cuando ganamos dice que no sabe nuestro resultado", señala.

La pega de tener los colores divididos es que no pueden viajar juntos para ver a sus equipos. Y eso que Testón suele seguir al Sporting fuera de casa. "Ésa es la mayor desventaja de ser de equipos diferentes", dice Martínez.

Eso sí, las múltiples camisetas que tienen del Sporting y del Oviedo descansan en cajones diferentes del armario. Nada de estar mezcladas. "No vaya a ser que se contagien", bromea ella.

Los colores no van en la sangre

Los colores no van en la sangreJosé Luis Suárez: "Mi hermano Javier nunca actuó de mala fe con la situación del Oviedo estos años"

JavierJesús y José Luis Suárez tienen muchas cosas en común. Para empezar, ambos son hermanos. Son naturales de un pueblo del concejo de Valdés, Busto para más señas. Y ambos son profesores de formación y profesión. Sin embargo, hay algo que los separa. Sus gustos futbolísticos. El primero es socio y acérrimo aficionado del Sporting y el segundo sufridor oviedista. "Nosotros nos llevamos bien, pero, oye, cuando hay alguna reunión familiar siempre hay algo de piquilla, eso es inevitable. Porque el fútbol es así", señala Jesús Suárez. "Afortunadamente mi hermano nunca hizo sangre de la mala situación del Oviedo estos últimos años, no como algunos amigos", apunta José Luis Suárez, socio de la peña oviedista La Casuca.

Su pueblo es "un sitio neutral", asegura Jesús Suárez, que se hizo sportinguista cuando fue a vivir y a estudiar a Gijón. "Era un momento en el que el equipo estaba arriba, llegamos a jugar finales de la Copa del Rey, peleábamos con los grandes", rememora, "y allí, en Gijón, el Sporting es parte de la ciudad". En el caso de José Luis Suárez el camino fue a la inversa. "Me vine a estudiar a Oviedo y toda la pandilla era oviedista, pero yo soy un perdedor nato y mi sentimiento oviedista se acrecentó cuando el equipo jugó debajo de mi casa, en el Díaz Vega, contra el Pumarín".

Para el derbi del domingo tienen sensaciones encontradas. "Con los derbis nunca se sabe, a veces el que va bien suele pasarlo peor", asegura Jesús Suárez. Pese a las diferencias futbolísticas, su hermano analiza el partido de una forma similar. "Son partidos en los que hay muchos nervios, el campo va a estar lleno, y hay que ver si el Tartiere esta vez nos empuja o nos mata", destaca. Aunque añade que las sensaciones del Real Oviedo son muy diferentes a las de otros años.

Resultados cruzados

Fernández: "El Oviedo llega mejor" - Díaz: "Ganará el Sporting, tiene mejor equipo"

Díaz:

Javier Fernández lo tiene claro. "Es un derbi y al final nunca hay favoritos, pero el Oviedo llega mejor, juega en casa y lleva nueve partidos consecutivos sin perder", señala._Su prima, Rocío Díaz no lo ve así. Todo lo contrario. "Creo que va a ganar el Sporting porque tiene mejor equipo". El debate futbolístico en la familia, asentada en Morcín, está al rojo vivo con motivo del partido del domingo. Fernández es uno de los pocos carbayones. Con su hermano, también sportinguista, los roces por el fútbol son continuos. Su prima es más moderada, asegura.

A Rocío Díaz, estudiante de Administración y Dirección de Empresas (ADE), el rojiblanco le tira desde pequeña. "Nunca me gustó mucho el fútbol, pero desde cría soy del Sporting, mi abuelo sí que es bastante sportinguista y toda mi familia también lo es", asegura la morciniega. El único azul en casa es Javier Fernández, estudiante de Periodismo de 21 años. Y, explica, que fue su grupo de amigos en Morcín, mayoritariamente oviedista, el que lo convenció para hacerse del Real Oviedo y con ellos vivió sus primeros partidos en el Carlos Tartiere.

En estas temporadas pasadas las bromas futbolísticas entre los primos eran inevitables. "Cada poco caía algún mensaje a través del Whatsapp recordándome que nosotros estábamos en Tercera o en Segunda B y ellos en Primera", explica Fernández mirando a su prima. Ahora las bromas han cambiado. "Hay piques por quién va delante o quién va detrás en la clasificación", señala, "las otras temporadas se aprovechaban de que el Oviedo iba mal para hacer bromas. Este año están ya un poco más callados más relajados". Ella contraataca. "Solíamos mandarle muchas fotos sobre el fútbol para picarle".

La morciniega recuerda haber hecho muy pocas locuras por el fútbol. Aunque sí que señala que en la ida del derbi, en Gijón, se quedó a las puertas de El Molinón. Estuvo haciendo cola delante de las taquillas desde las nueve de la mañana hasta que a primera hora de la tarde le dijeron que las localidades se habían agotado. Todo el papel se había vendido para recibir al Oviedo. "Cuando llegamos por la mañana la cola ya era enorme", relata.

Javier Fernández sí que hay hecho alguna que otra locura por el Oviedo. La última fue durante el partido en el que los carbayones certificaron el ascenso a Segunda División en_Cádiz. "Acabé bañándome en la fuente de la plaza América, pillamos una mojadura enorme, y luego toda la noche pasando un frío tremendo. Primero habíamos estado viendo el partido en la calle del Rosal. Cuando marcó David Fernández acabamos bañados en cerveza", asegura.

Más allá del derbi, la previsión de Javier Fernández a comienzos de temporada era que el Sporting hubiera hecho como el Levante el año pasado y hubiera arrasado en la clasificación. "Pero la verdad es que viendo ahora al Oviedo, sobre todo desde que cambió de esquema, es un claro candidato a subir a Primera. Directo, además, sin necesidad de jugar el play-off ni nada", resalta Fernández optimista. Algo más resignada, su prima asegura que "el Oviedo mejor que el Sporting va, de eso no cabe duda". Y añade: "Yo también pensaba que el equipo iba ir a mejor. Pero bueno, el tiempo dirá".

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