"Aún faltan cuatro días para el partido, con lo que la predicción aún tiene bastante incertidumbre", advierte Ángel Gómez Peláez, delegado de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet) en Asturias, pero "lo más probable" es que el derbi asturiano, el Oviedo-Sporting que se jugará en el Carlos Tartiere este domingo a las 18.00 horas, llegue bastante pasado por agua y con una temperatura "a las 18:00 en Oviedo en el rango de 3-5 ºC, aunque hay una pequeña probabilidad (menor del 10%) de que la temperatura esté en el rango 5-8.5 ºC".

Las lluvias a lo largo del domingo, en las horas previas a la gran cita, serán continuas con una probabilidad del 100%. No serán débiles, ni un simple orbayu, pero tampoco serán intensas. Todo apunta a que las precipitaciones caerán de forma continua pero no demasiado fuerte. "Se espera que la precipitación acumulada en las seis horas previas al partido esté entre 5 y 20 litros por metro cuadradado, siendo el valor más probable el de 14 l/m2. Se espera que la precipitación caída entre las 0:00 y las 6:00 horas de ese día, así como la caída entre las 6:00 y las 12:00, sean semejantes a la ya mencionada entre las 12:00 y 18:00 de ese día, e incluso algo superior. Y durante el partido se espera que llueva pero a un ritmo menor que durante las horas previas", explica el delegado regional de Aemet.

Las precipitaciones se extenderán a los días anteriores al derbi. "El jueves y el viernes lloverá en Oviedo, mientras que nevará por encima de los 500 metros en la zona central de Asturias y valles mineros. De hecho hay avisos amarillo y rojo (dependiendo de la hora) por este fenómeno esos días. El sábado lloverá en la capital pero de forma menos abundante: el valor de precipitación acumulado diario más probable es de unos 18 litros por metro cuadrado", señala Ángel Gómez.

Así, el gran duelo llegará al Tartiere pasado por agua. No habrá, en principio, lluvias intensas, pero sí bastante continuadas. Los operarios del estadio municipal ovetense tendrán que trabajar duro para mantener el césped en buen estado, dado que el frío evita que el agua sobre el césped se evapore y hace que todo dependa del sistema de drenaje del Tartiere, que otras veces ha demostrado no tener demasiada eficacia.