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Los "Erasmus" asturianos: "Si ganan los nuestros acabamos con el vodka"

"Fuera se vive con mucha pasión", dice desde Polonia un grupo de universitarios, que verán el partido por internet y con retardo

De izquierda a derecha, Javier Suárez, Miguel González, Iyán Presno, Carlos González y Alejandro Álvarez, en Gliwice (Polonia). LNE

Suele pasar que cuando uno está lejos de Asturias se multiplica el sentimiento de pertenencia y lo mismo pasa con el fútbol. Los estudiantes "Erasmus" asturianos, los que son futboleros, oviedistas y sportinguistas repartidos por diferentes puntos de Europa, verán el derbi del domingo de manera diferente. Lo harán fuera de casa, ingeniándoselas para sintonizar el partido, en algunos lugares en los que probablemente no se conozca ni al Oviedo ni al Sporting. Les da igual, ellos son los embajadores europeos del derbi y se encargarán de celebrarlo por todo lo alto después del partido.

El festejo es independiente al resultado. En el mundo "Erasmus" es habitual ver a grupos de chavales del Oviedo y del Sporting juntos, una estampa quizá más complicada de observar estos días por Asturias. Polonia, país repleto de estudiantes de la Universidad de Oviedo, es un ejemplo de esa convivencia entre los eternos rivales. La que sigue es la historia de un grupo de cinco "Erasmus" en Gliwice (Polonia), que cuentan los días para que llegue el partido.

Son mayoría oviedista, cuatro a uno, atienden a LA NUEVA ESPAÑA desde su residencia y ya planean la celebración después del encuentro. Azules y rojiblancos lo tienen claro. Pase lo que pase, no quedarán con sed: "Si ganan los nuestros se acaba el vodka en Polonia", coinciden.

En realidad, la frase es de Carlos González, 22 años, estudiante de Ingeniería Civil y oviedista militante, pero al asume también el resto. Carlos va a estar a tres mil kilómetros del Tartiere, pero lo tiene igualmente claro. Para él, poder ver el partido es "sentirse como en casa".

Explica este oviedista lo importante que fue el fútbol para hacer amigos en Polonia. "Ayuda mucho para romper el hielo con compatriotas asturianos que no conocíamos antes. Tenemos buen rollo, pero mucha competitividad y piques todos los fines de semana", dice, y confiesa que tendrán que seguir el partido de forma más bien pirata a través de Internet.

La "oveja negra" de este grupo de "Erasmus", como le consideran sus compañeros, es Iyán Presno, el único sportinguista de esta particular tropa. Llegó a Polonia, hizo migas con una mayoría oviedista y no le pilló de nuevas eso de vivir con el enemigo, ya que Presno es un sportinguista de Oviedo. Sus amigos de la región son mayoría hinchas azules. "Cuando estás fuera, el sportinguismo se vive con muchísima más pasión. Aquí estoy rodeado de oviedistas y las piquillas son continuas, pero siempre con buen rollo", asegura Presno, que estudia Ingeniería de Minas. "Lo peor de estar fuera es que nos llega todo con retraso. A veces no sabemos si hay un gol o que pasa, puede ser desesperante. Me pasó con el gol del portero del Lugo al Sporting; pensé que era una broma de internet", cuenta.

Otro miembro oviedista del grupo en Gliwice es Alejandro Álvarez, que estudia Minas con Presno. Álvarez se va de viaje y el derbi le pillará en Alemania. "Lo veré como pueda en Berlín desde un ordenador", dice. Ya se sabe que la vida de los "Erasmus" es muy frenética, por lo que Álvarez no se ve con fuerzas de salir a celebrar el domingo una posible victoria azul. "Si lo celebro será en la cama pasando la resaca de todo el fin de semana", advierte desde Polonia. "Lo peor de estar fuera es oír las notificaciones de los goles cinco minutos antes de que los metan, pero ya nos hemos acostumbrado", agrega.

El cuarto integrante de los "Erasmus" es el hincha oviedista Miguel González. "Veremos el derbi con una buena bebida polaca entre las manos", indica. Estudia Ingeniería Civil y desde que este curso se encuentra en Polonia su sentimiento azul se ha multiplicado. "Lo vivo con una pasión de la que no era consciente hasta vivir tan lejos de los míos", añade. Su grupo de amigos es mayoría oviedista, pero en Polonia también hay muchos otros estudiantes asturianos aficionados del Sporting. "Gracias a eso hay rivalidad sana. Después del partido seguro que salimos por ahí, unos celebrarán y otros intentarán olvidarlo y pasar el mal trago de la mejor forma posible", explica González. Para este oviedista de 24 años el derbi de ida fue "uno de los mejores partidos de su vida" y aunque en Polonia lo verá con pasión desorbitada, si que lamenta no estar en Asturias el domingo. "Cuesta mucho no poder estar animando a mi club en persona".

Cierra el circulo Javier Suárez, 24 años y muy oviedista. Suárez difiere de sus compañeros respecto a la pasión en la distancia. "Es mucho menos intenso que en Asturias, lo que mas echo de menos es ir al Tartiere ". "La celebración será moderada, los fines de semana son muy duros para un Erasmus". finaliza.

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