El estado del césped del Carlos Tartiere, escenario del derbi de mañana entre Oviedo y Sporting, mantiene en vilo tanto a los clubes como a las aficiones. La tromba de agua que ha caído este sábado sobre la región ha dejado la hierba encharcada, una opción, no obstante, con la que ya contaban los operarios que trabajarán mañana en el estadio desde horas antes del partido. Los 24 responsables de dejar a punto el terreno de juego, así como las dos entidades, confían en que el campo esté a punto para las seis de la tarde. hora de la disputa del partido.

Sin embargo, no está prevista ninguna decisión en firme hasta una hora y media antes del inicio. El árbitro desginado para el duelo, el cántabro José Antonio López Toca, ha llegado este sábado a la ciudad, pero no ha visitado el Carlos Tartiere, según ha podido confirmar este periódico. Lo hará, en principio, mañana por la mañana. López Toca irá al estadio oviedista para comprobar el estado del césped. Si ve que hay problemas, se pondrá en contacto con el Oviedo y dará un tiempo para que se solucione.

La decisión sobre la disputa o no del partido no está prevista que se tome hasta que los dos equipos estén en el Carlos Tartiere, en torno a una hora y media antes, según señalaron esta tarde a este diario fuentes arbitrales. "A ver si aguanta", apuntaron otras fuentes.

La salida de los 20 autobuses de aficionados del Sporting de Gijón está prevista para las 13.30 horas, cuatro horas y media antes del partido. Los aficionados del Oviedo tienen convocada una quedada a las 15.45 en el hotel de concentración del equipo. La decisión sobre el partido llegaría con los aficionados rojiblancos ya dentro del Tartiere.

La previsión meteorológica no es muy halagüeña para este domingo. Según la Agencia Estatal de Meteorología, hay un cien por cien de probabilidades de lluvia tanto antes como durante el partido. Los 24 jardineros que se esperan, y que no han trabajado hoy sobre el césped al no ser recomendable, confían en lograr dejar a punto el campo para el inicio del choque.